02 septiembre 2014

El colegio grande


Pasado mañana comenzamos una nueva aventura. Y digo "comenzamos" porque esta es una nueva etapa para todos. Sara entra al colegio grande y la mezcla de sentimientos, por lo menos para mí, es un poco abrumadora: estoy feliz pero también preocupada, y un poco ansiosa, llena expectativas, conmovida y, por supuesto, muy emocionada. Todo al mismo tiempo y con una tendencia a incrementarse vertiginosamente, a medida que se acerca el momento. 

No me considero una madre sobreprotectora. De hecho, soy bastante tranquila y hasta "fresca". Sin embargo, llegó el colegio grande y con el un montón de temores y preocupaciones. Repentinamente se ha despertado en mi una faceta de madre ansiosa que hasta ahora desconocía, con una avalancha de preguntas que me rondan permanentemente: ¿y si no le gusta?, ¿y si son muchos niños?, ¿y si odia la comida o a las profesoras o si no hace amigos?, ¿y la madrugada y el desayuno, y la ruta, y las nuevas profesoras?, ¿y si no se adapta porque no es el colegio para ella?.... en fin, son tantas cosas que no hay como acabar de enumerar. Supongo que en unos días las cosas comenzarán a marchar viento en popa y leeré este post y no entenderé por qué me sentía de esta manera. Pero hoy quisiera instalar cámaras secretas por todo el colegio para estar al tanto de todos sus movimientos, o pedir vacaciones por 3 meses y solicitar trabajo en el colegio por el mismo periodo para estar a su lado o, simplemente, tener el tiempo para llevarla todas las mañanas y recogerla todas las tardes, y dedicarme el resto del día a ella, a escuchar sus historias, a consentirla mientras miramos juntas por la ventana de la sala.  Soy un manojo de pura ansiedad y nostalgia.

Por su parte, Sara está radiante y tranquila. Muere por llevar lonchera y usar uniforme por primera vez. No ve la hora de comenzar a aprender italiano y sueña con los nuevos amigos que está por hacer. Para ella, pasar del jardín al colegio es la confirmación tangible de que realmente es una niña grande. Y lo está asumiendo con la alegría, la valentía y el arrojo que la caracteriza. Pregunta todos los días si ya es "el día". Y me habla de lo que se imagina que hará y aprenderá y compartirá. Está feliz y eso debería ser suficiente para que yo estuviera tranquila. Pero no. Mi mente está alerta y no puede parar. Así que prometo contarles cómo nos va el primer día y cómo avanza todo. Deséennos (o mejor deséenme) suerte con el colegio grande. 


¿Te gusta "La mamá de Sara"? Inscríbete acá para recibir notificaciones de mis entradas directamente a tu mail


Delivered by FeedBurner

10 comentarios:

  1. Sara ya entra a primaria??? A mi me toca en el 2015 y tengo las mismas sensaciones y angustias con Pellu

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, a Kinder pero en un colegio grande donde hay niños de primaria y bachillerato ... en fin!!! ya me dio ganas de devolver el tiempo. les estaré contando. Un besote!!!

      Eliminar
  2. Qué emocionante! Cómo me gusta Sara siempre tan valiente y segura! Y por otro lado, te comprendo hermana, quizás sea más sencillo no vivir con tanta emocionalidad, pero también tiene su lado positivo, no es aburrido ni anodino y estar alerta nos puede ayudar a reaccionar si es necesario o a guiar a nuestros hijos porque no se nos escapa un detalle. ;-) me alegro de que hayas vuelto! Ya nos contarás!
    Un fuerte abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, es emocionante, tanto que pasó de la emoción al pánico en pocos segundos!!! jajajajaja Un abrazo gigante Comadre!!!!

      Eliminar
  3. es curioso porque los papis muchas veces lo pasan peor que los hijos ;) seguro que todo se pasa genial!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. de acuerdo!!! Ella esta fresca como una lechuga y feliz como una lombriz, y yo acá sufriendo con dolor de estómago y todo!!! Gracias por regresar por estos lados y comentarme!!! te extrañaba! Los extrañaba!

      Eliminar
  4. Comparto cada pregunta de las que te haces. Cada una. Aún hoy, años después pienso en los ratos que mi hija pasa en su colegio. Es más, trato de ser testigo de esos momentos y me amarro las ganas de estar aún más cerca. Ahora no quiero presionar ni aburrir ni que sienta que es mi lugar cuando es el de ella pero no dejo de sentir unos celos tremendos de no poder ser testigo de todo, lo tanto, lo mucho que crece en el colegio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bingo!!! Es eso!! Son celos!! Gracias por ayudarme a ponerle nombre a esto que me carcome por dentro y que no entendía muy bien porque, la verdad, pocas veces lo he sentido. Yo sería feliz metiéndome en el colegio con ella como si fuera su sombra, solo para verla, disfrutarla y potencialidad el tiempo que tenemos juntas. Y quizás mi ansiedad es saber que compartirá un montón de cosas con otros que ni conozco y así es. Es triste resignarse a perderse media vida de ellas allá, media vida juntas-juntos. :)

      Eliminar
  5. Espero que todo esté genial y Sara tenga una experiencia inmejorable.
    16+3

    ResponderEliminar

Para mi es muy importante saber tu opinión acerca de este post. Por eso, no seas tímido, comenta!! :D

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Lilypie Breastfeeding tickers

Yo