Estos días han sido una montaña rusa de emociones. Momentos de estrés, de felicidad, de emoción, de ansiedad, en fin... mil sentimientos se me revuelven entre pecho y espalda, me invaden y, la mayoría de las veces, no sé que hacer con ellos. Nunca me imagine que dejar a Sara tanto tiempo sería tan duro. O más bien, si lo imagine pero mi imaginación se quedó corta en todas las dimensiones.
Los 1eros 2 días fueron sencillos. Pero a medida a que pasa el tiempo, todo se vuelve mucho más complejo emocionalmente. Ayer fue un día terrible. Simplemente no quería despegarme de ella. Y lloré en la mañana, cuando ella se quedó llorando. Y al medio día, cuando fui a almorzar. Y en la noche cuando llegué, también lloré mientras ella me abrazaba de emoción. Y más tarde, continuaba llorando mientras ella, cansada y soñolienta, también lloraba. Hoy las cosas han sido más tranquilas. No siento la angustia de ayer, pero simplemente estoy llena de una tristeza extraña, parca, difícil de asimilar.
Tengo que reconocer que por mi mente se han cruzado los miedos y las dudas más absurdas: ¿se olvidará de mí?, ¿pensará que la abandoné?, ¿estará feliz?, ¿que consecuencias traerá para nuestra relación a largo plazo esta separación?, ¿qué pasará por su cabecita cada vez que me voy?, ¿que siente cada vez que regreso? Al parecer, Sara está manejando las cosas bastante mejor que yo...y digo, al parecer, por que eso realmente no lo sé. Esta comiendo bien y durmiendo bien. Pero yo la noto más enérgica, más inquieta, más empeñada en hacer mil cosas, en hablar mucho, en no dormirse para seguir jugando y compartiendo el poco tiempo que ahora tenemos juntas. Es evidente que las cosas cambiaron y, con ellas, estamos cambiando nosotras, esta cambiando nuestra relación, esta cambiando nuestra familia.
A veces tengo momentos en que me parece que todo este proceso que estamos viviendo es como una película en donde yo soy, únicamente, una espectadora. Pero, al momento siguiente, despierto y me convenzo de que ésta es nuestra nueva realidad. Tengo que reconocer que me creía más fuerte. Pero la verdad es que me está costando un poco más de lo previsto adaptarme a este nuevo ritmo de vida sin mi pequeña. Si, esa es la verdad.... me está costando separarme, dejarla, no estar ahí todo el día, viéndola, tocándola, besándola, jugándole, cantándole....y al final, la razón por la que me cuesta mucho más, es porque no quiero acostumbrarme a no estar. No quiero que sea lo normal, no quiero que llegue el día en que para mí sea suficiente con verla 3 o 4 horas al día. Sería más fácil abandonarme a la realidad y acostumbrarme. Pero así sea más complicado, yo quiero seguir extrañándola, deseando estar pegadita a ella las 24 horas del día. Quiero conservar en mi corazón esa necesidad de fusión y de contacto permanente. Acostumbrarme sería para mí como renunciar a ella, como dejar de quererla como la quiero. Acostumbrarme sería inmensamente más doloroso.
Te mando muchos abrazos apretados! Animo que todo sera como deba ser =)
ResponderEliminar;)
EliminarZary, te entiendo tan bien... Es muy duro ver k lloran, que no quieren la separación que tienen que atravesar, o mejor dicho, que tenemos que atravesar. Estate atenta, a veces los niños sacan la angustia al cabo de un tiempo, como si necesitaran ese tiempo hasta que pueden expresar el dolor k les produce. Yo no me separé casi de ella hasta los 22 mese y desde entonces hasta ahora ha habido épocas de todo. Por suerte, sólo nos vemos poco 1 día o 2 a la semana y esto es muy soportable. Pero incluso así, el sábado, k es el día que nos vemos poquito, la echo mucho de menos y vuelvo a casa corriendo para verla dormir! Ella sé k está bien pero el domingo por la mañana está más irritable y me expresa lo mucho que me echó de menos ella a mi. Mucho amor y mucha paciencia. No es fácil. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarMil gracias!!! Sé que siempre habrán días difícil. Un abrazo y gracias por el apoyo!
EliminarEntiendo esas preguntas que te haces, son miedos que las madres tenemos cuando debemos dejar a nuestros hijos unas horas.
ResponderEliminarEs normal que te sientas así, eso demuestra todo el amor que sientes hacia tu hija. Además esta nueva etapa requiera de una adaptación e incluso diría que de un duelo.
Mucho ánimo!
Un besazo
En estas situaciones de cambios es cuando los miedos afloran, pero hay que aprender a mantenerlos controlados. Gracias por tus palabras. Un abrazo.
EliminarEntiendo todas tus dudas y tu tristeza, y tu no querer acostumbrarte a la separación. Te entiendo tanto que no se qué decirte para poder ofrecerte consuelo salvo que si necesitas llorar, desahogarte, hablar puedes contar siempre conmigo. Te mando un fuerte abrazo y muchos, muchos, ánimos. Besitos
ResponderEliminarCon lo que has dicho es suficiente. Un abrazo gigante!!
EliminarEs normal que os esté costando a las dos, ella es aún muy pequeña...
ResponderEliminarNo sé qué más decirte excepto que comprendo tus sentimientos y desde aquí te mando un abrazo!
Un abrazo y muchos agradecimientos para ti!!!
EliminarÁnimo!! mucha fuerza y sabiduría para manejar los tiempos!
ResponderEliminarAbrazos!
Un abrazo gigante también para ti!!
Eliminar¡Zary, Zary bella! Llora, grita, corre y calla. Haz lo que tengas que hacer, que todos esos sentimientos no se queden en tí. Es una época difícil, de adaptación, de todos los miembros de tu familia. También esto pasará.
ResponderEliminarTu beba adorada no podrá olvidarte porque te ama. Tú no podrás acostumbrarte a su ausencia porque le amas. Sólo es adaptarse... suena fácil, pero no lo es.
Ánimo preciosa! Sé que puedes! Ambas son valientes y fuertes! Un beso, un abrazo y un hombro por si ocupas.
Suena fácil pero no lo es y no lo podemos obviar, nos toca vivirlo segundo a segundo para aprender y crecer. Un besote mi Oli, mi sabia Oli!!!
EliminarMil abrazos Zary, te he pensado mucho, sabia que iba a ser difícil. Es liberador expresarlo, sentirlo, llorarlo y gritarlo, hazlo bien fuerte y con muchas ganas. Y síguela extrañando, se aman y se quieren ver más... Abrazos muchos desde Barichara. Cuando te pasas por aquí? Cami
ResponderEliminarCami gracias por tus abrazos y por tu invitación. Ojalá pueda pasarme un rato por allá, muy pronto!! Felicitaciones por el cumple de Xaloc!!
EliminarDios Zary! es duro y sin duda no será fácil nunca para ti dejar a tu pequeña, lo importante es que sientas en tu corazón que lo que estás haciendo es lo mejor para los tres y que vale la pena el sacrificio,es una época de cambios y de adaptarse, es normal sentir esos miedos pero claro que la bella Sara no te olvidará, eres su mamá!! y disfruta ese momento especial cuando llegas y ella se emociona y te abraza tu cuello fuerte con sus bracitos, y tranquila no creo que te "acostumbres" a estar sin tu beba todo el día pegadita a ti.
ResponderEliminarGracias por responder mi comentario en tu otra entrada!! me alegra haber hecho tu día mejor!! a mi me alegra haber encontrado estos espacios donde no me siento una mamá "rara", un abrazo para ti y la bendición para tu princesa..
Es una bendición tenernos as unas a las otras en estos espacios llenos de comprensión y empatía. Un abrazo y mil gracias por tus palabras y por leerme.
EliminarCuando tuve que dejar a mi pequeño para regresar al trabajo, fue horrible! a pesar de que se quedaba con mi mamá, que yo le dejaba mi leche, y que sabía que si algo pasaba, en 20 minutos podría regresar a casa, me parecía un abismo. También tuve muchas dudas de que dejaría de quererme, o que iba a preferir a mi mamá, que pensaría que ella era su mamá. Me ponía triste porque era un bebe muy chiquito! mes y medio
ResponderEliminar:(
Las primeras semanas sufrí por todo eso, pero me sorprendió que no fue nada de lo que me imaginé. Otro de mis miedos es que rechazara mi pecho y quisiera el biberón, nada más lejos de la realidad. Apenas llegaba yo y aunque en ese momento estuviera tomando biberón, lo dejaba y pedía pecho. Siempre que llego, él se emociona al verme, y "bye abuelita". No es que no la quisiera, la adora, pero reclama su tiempo con mamá. Los fines de semana, de alguna forma él sabe que no voy a trabajar y ni por error se aleja de mí.
Va a ser difícil, Zary. No hay un momento en que uno diga "es perfecto estar así". En mi caso, hay momentos que estar en el trabajo es un poco "liberador", pero no del Gabrielin, sino de mí misma, de mi impaciencia, mi estrés, porque regreso con él y ya estoy tranquila y podemos resolver más cosas... aunque a veces pienso que son las mismas cosas provocadas por no estar más tiempo juntos. En fin, digamos que es un círculo vicioso.
Lo que intento es estar en el lugar que estoy. Jaja, suena bien loco, lo se. Pero me refiero a que estoy en el trabajo y a eso me dedico, obviamente nunca me olvido de Gabriel, pero trato de no culparme por no estar con él. Luego, cuando regreso a casa, no pienso nada en el trabajo (a éste curiosamente no lo extraño nada, jaja). Disfruto el tiempo con él, lo beso, a veces jugamos, a veces nos peleamos.
No me atrevo a decir: "haz tal cosa, o piensa esto", te comparto mi experiencia, y espero que en algo te ayude, al menos a sentir que no eres la única que extraña a su pequeña. Que no es porque no nos guste el trabajo, sino que ahora las prioridades cambiaron. Abrazos!
Tu experiencia es inmensamente valiosa para mi. No sabes lo bien que me hace leerte tan clara y tranquila con un camino recorrido y una experiencia que ofrecerme. Te agradezco inmensamente que te hayas tomado el tiempo de escribirme con lujo de detalle como les ha ido con este tema. Me quedo con cada una de tus palabras en mi corazón y voy a tratar de seguir tu consejo: nada de culpas y concertada en el trabajo mientras trabajo, y en mi hija mientras estoy en casa. Un abrazo gigante lleno de cariño y agradecimiento para ti.
EliminarUn abrazo muy fuerte y muchísimo animo, no es fácil acostumbrarse y habrá días mejores y días peores, pero esa base de amor tan fuerte que tenéis es fundamental. Intenta aprovechar al máximo el tiempo que pasea con ella y sobre todo ten mucha paciencia con ella y contigo misma en esta etapa. Un besito
ResponderEliminarEl tema de la paciencia es complicado. Hoy precisamente me descubrí más irascible, menos tolerante, más impaciente. Y claramente es toda la situación de cambio que estamos atravesando que nos pone al límite. Hay que hacerlo consciente, meditar, respirar y aprender a manejarlo. Mil gracias por tus palabras. Un beso.
EliminarMucho ánimo guapa, yo me sentía igual al principio y solo trabajo media jornada, imagino cuán más duro será el contraste si pasas gran parte del día fuera, y como sabes ahora lo llevamos bastante bien. Date tiempo y si es que ves que por ahora eso no es lo que quieres intenta buscar otras opciones. Un beso
ResponderEliminarSi, eso estoy tratando de hacer. El tiempo es un sabio consejero que estoy tratando de poner de mi lado. Mil gracias por pasarte por acá y dejar tu granito de arena. Es muy importante para mi!!
EliminarZary yo llevo año y medio trabajando y no soy capaz de entontrar mi lugar... estar sin mi hija me descoloca sobremanera y es una lucha constante conmigo misma... Creo que cada madre-hija debe encontrar su lugar y como te han dicho más arriba... es incluso como un duelo... un abrazo cálido!!!
ResponderEliminarte extiendo perfectamente.. yo también me siento descolorada.. me descubro en medio de reuniones preguntando ¿que hago aquí?.. es una sensación de desasociego que no quiero sentir... un abrazo..
EliminarAy Zary! Cómo siento que estés pasando por malos momentos. Tienes razón en decir que es como una montaña rusa pero poco a poco te irás estabilizando. ¡Ánimo!
ResponderEliminarSi, lo sé!! Hay que pasar por todo esto y espero que la estabilidad llegue pronto!!! Un abrazo!!
EliminarZary querida, he estado ausente precisamente por el trabajo. Me hubiera gustado comentar antes, disculpa por no estar. No sabes lo identificada que me siento contigo y con lo que estás pasando. La culpa, las dudas, nos invaden siempre. Solo nos queda dar lo más que podamos, calidad y cantidad de tiempo para nuestros pequeñitos. Un abrazo enorme, fuerza y atesora cada momentito al lado de Sara.
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