30 diciembre 2012

La presión

La presión me está enloqueciendo. Por mucho que trato de ignorarla, ella parece ser más fuerte que yo y, sinceramente, ya no la soporto. Me persigue día y noche, sin darme 5 minutos de tregua. Y yo la esquivo sin suerte, tropezándomela de frente, en forma de "y, ¿cuándo la van a educar para que vaya al baño?", "¿y hasta cuándo la teta?", "¿ y, aún duerme con ustedes?", y me cuesta sonreír, ignorar, explicar, justificar lo injustificable, entender. 


Tal vez "entender" es lo que más difícil se me hace. Por que no me cabe en la cabeza este afán que le cae al mundo entero porque los niños crezcan a destiempo, por someterlos a la voluntad egoísta de los adultos, convencidos de que es lo mejor para ellos, sin cuestionarse, sin tratar de empatizar, sin la más mínima gana de dejarlos ser, considerando sus tiempos, dejando que se descubran así mismos, tratando de  meterlos en un molde sin pensar ni sopesar sus verdaderos y validos deseos y necesidades infantiles. Pensando desde la visión de los adultos, con más afán por disciplinar y regañar, que por compartir y dar amor. El amor visto como debilidad. La naturaleza infantil vista como un estorbo.

Y ahí comienza a cabalgar la presión sobre los padres, o por lo menos, sobre mí. La diferencia me pone un punto rojo en la frente cual tiro al blanco y si, como negarlo, me siento atacada, señalada, sin importar si cada comentario, frase, palabra o silencio, tiene otra intención. Y tengo que oír cada cosa, que a veces me provoca coger a mi hija y salir corriendo sin dar la más mínima explicación. La mayoría del tiempo lo manejo o lo evito, pero me incomoda. Y me molesta dejarme incomodar. Me irrita sentirme cuestionada como madre. No hay nada que me afecte más, sin importar lo convencida que estoy de la crianza que intento llevar. 

La situación entera me entristece, por cómo me hace sentir y por los niños en general, la gran mayoría criados sin mirada, sin empatía, sin ser considerados como lo que son, desde lo que realmente necesitan. Y no se me hace extraño que la mayoría siga la corriente, y crié con imposiciones y violencia, que eduque como fue criando, perpetuando los mismos comportamientos, convencidos de estar haciendo lo correcto. Por que cuesta mucho seguir otros caminos, cuestionarse y enfrentar los propios demonios. Cuesta lidiar con la presión, que viene de todas partes, en todo momento y de quién uno menos se imagina. Cuesta.. si que cuesta...pero a pesar de estos sentimiento, sé que vale toda la pena. 

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28 diciembre 2012

Mi recuento

Diciembre avanza y el año se acaba. Y mientras, yo he estado sumergida en la casa, en mis cosas, en las celebraciones y en pasar tiempo con Sara. Tanto, que no he tenido el tiempo ni las energías para escribir y dedicarle un ratico al blog. Tengo varias cosas que quisiera compartir, pero por ahora van a esperar un rato más. Esta es época de balances y recuentos, así que con muchas imágenes y pocas palabras, acá les dejo el mío.


Y mi ñapa de hoy:


Felices fiestas y prospero año nuevo a todos!!!


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19 diciembre 2012

Amigas

La carta de Nyla para Sara
Mi hija tiene una amiga por correspondencia. Si, así como lo oyen: Sara, de dos años y medio, y Nyla, de 20 meses, comenzaron una amistad a punta de papel y tinta, una amistad como del siglo pasado, gracias a nosotras sus madres. Calee, una amiga jamaiquina, que conocí hace algunos años, gracias a mis ganas de aprender inglés y a sus ganas de hablar español, tuvo esta idea genial y hermosamente romántica, que yo de inmediato secundé: hacer a nuestras hijas amigas a pesar de la distancia. 

Entonces hace como dos semanas Sara recibió una carta de Nyla en inglés, donde la invitó a conocerla, le contó sobre ella (con foto incluida) y le mandó unos hermosos stickers. Y ahora, Sara y yo escribimos una carta en español como respuesta, agradeciéndoles a Nyla y a Calee por los animalitos brillantes que Sara pegó por toda la casa, contándoles que Sara también ama a "Dora" y que muere por  las aceitunas y el chocolate. 


La carta de Sara para Nyla se va esta semana y mientras, las 4 estamos ilusionadas soñando con las historias que vendrán, felices por esta amistad de 4 mujeres, unas madres y otras hijas, que construimos a 8 manos, en dos idiomas, uniendo nuestros sueños, nuestras vidas, nuestros anhelos y alegrías con palabras y con pegatinas y con colores, como si todas fueramos niñas, seguras de que podemos estar cerca, compartiendo y disfrutando a nuestras hijas, compartiendo nuestra vida y nuestra maternidad, maximizando nuestra amistad, prolongándola a través de nuestras chiquitas.

La carta de Sara para Nyla
Gracias Calee por invitarnos a ser parte de esta maravillosa aventura.

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12 diciembre 2012

¿Que deseas hoy?

Estaba leyendo a Susannah y gracias a ella descubrí que hoy es 12-12-12, es decir, hoy es un día con magia, para pensar en grande, pedir y desear. Imposible dejar pasar esta oportunidad!!! Así que me uno a su invitación y aquí está lo que quiero y deseo, de corazón, un día como hoy:


Deseo vacaciones, con un tiempo especial para mi, para tirarme en la playa, con el sol en la cara, mientras me arrulla el sonido del mar. Deseo conocer a mi sobrino/sobrina, darle muchos besos y ver como Sara lo acaricia y lo besa. Deseo aprender a ser valiente, perder el miedo a mostrarte más transparentemente. Deseo sentir, otra vez, como hay vida dentro de mi, ser mamá por segunda vez. Deseo otro parto feliz, pero está vez completamente natural, animal, mamífero, femenino. 

Deseo pasar más tiempo en familia, presente, consciente. Y poder terminar el libro que comencé a escribir, antes de que olvide lo que tengo que decir. Y también re-decorar mi casa, cambiar la pintura, los muebles, las cortinas, el tapete. 

Deseo una tarde entre amigas, un círculo de mujeres que me recargue de energía. Deseo poder sanar a mi niña interior, y que eso me permita conectarme mucho más con la mujer y la madre que soy ahora. Deseo conversar con Sara y ver como aprende a montar bici, y no perderme ninguna de sus carcajadas. Deseo encontrar la manera de ayudar a otros, a otras madres, a otras mujeres, a muchos niños. Deseo una noche romántica, con velas y todo, como en las películas. Deseo comer y no engordar, y también tener tiempo para cocinar cosas nuevas y disfrutarlas con los amigos. Deseo volver a viajar, y recorrer con mi príncipe y mi princesa París, una tarde soleada en otoño. Deseo besos, muchos besos todos los días. 

Deseo, por fin, aprender completamente inglés y, por que no, italiano también. Deseo que mi familia este cada vez más unida, saludable y feliz; ver más a mi abuela, y a mis hermanos y a mis papás. Deseo disfrutar de cada tarde de sol que la vida me regale. Deseo seguir profundamente enamorada de mi esposo y que el siga profundamente enamorado de mi. Deseo alimentar mi corazón solo de amor, de manera infinita y sin pausa. 

Y tu, ¿ que deseas un día como hoy?

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06 diciembre 2012

El poder del silencio

Me cae como anillo al dedo. Así que imposible no compartirlo. Seguro a muchos de ustedes también les resonará en los oídos. ;)



El silencio es una invitación a la experiencia directa. 
Sin palabras de por medio. Desplegados en el eterno ahora.
Este es el idioma preferido por los recién nacidos, y desde que eras un bebé lo conoces - aunque lo hayas olvidado.

En silencio, puedes sentir tu Guía Emocional más claramente. Puedes escuchar tus pensamientos, y elegirlos más deliberadamente. ¡Diez segundos de silencio pueden transformar una conversación!

Hoy en día, a medida que interactuas con los niños y con otras personas, observa cuánto tiempo puedes pasar sin hablar. Haz un juego de esta tarea:

  • Habla menos, pero comunícate más - sin palabras pero intuitivamente.
  • Utiliza el lenguaje corporal y el tacto, en lugar de palabras.
  • Cuando tengas una pregunta, trata de "sintonizarte" con la respuesta en lugar de preguntar.
  • Si suena el teléfono mientras estás "en la zona ", ignóralo.
  • Boca: cerrada. Corazón: abierto.

El objetivo de este juego es divertirse descubriendo el montón de comunicación que es posible sin palabras - "sintiendo" las cualidades de la presencia y la conexión más allá de lo verbal.

Un pensamiento más:
El silencio ES un sonido, al igual que cero ES un número. No es nada. 
Cuando estás realmente presente, el silencio puede decir mucho más que las palabras.

The power of siliencpor Scott NoelleTomado de Enjoy Parenting.

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05 diciembre 2012

Haciéndonos grandes

Solo quería compartir con ustedes que mi niña se hace grande y que nosotros crecemos de la mano de ella, no en tamaño pero si en consciencia, felicidad, amor y corazón.


Con sus profesoras


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03 diciembre 2012

El peso de la sombra

He estado durante varios días con un sinsabor en el estomago que me molesta. No se bien que es, ni como procesarlo. Me despierta en las noches y me desconcentra en las mañanas. Me hace sentir insegura, temerosa, tímida. Me lleva a lugares que había olvidado y que pensaba que no conocía. Me reclama silencio, reflexión, soledad. Y yo no he encontrado la manera de darle curso, de permitirle seguir su camino, de concentrarme en ese "no se que" para que salga adelante. No he encontrado el espacio, o no he querido hallarlo. No lo sé. 

Lo que si sé es que, irónicamente, esta penumbra, que no se nombrar, me conecta de manera especial con mi hija. Sé que ella siente mi "no se que". Sé que lo lee en mi piel. Lo comprende mucho mejor que yo. De hecho lo manifiesta abiertamente, a su manera, retándome, forzándome, llorando sin razón, llevándome sin sutilezas por la ruta que me reclama. Es mi guía. 

Mientras, yo hago lo que puedo. Yo, intranquila, turbia, indecisa, temerosa, trató de tomar su mano y seguirla...pero me cuesta. Mis sombras me pesan, me duelen... y me cuesta. Y no sé como hacer para perder el miedo al dolor y seguir, y recordar, y conectarme con mi niña sola, herida, madurada biche y a la fuerza, llorona, ronca, aparentemente independiente, sola.. muy sola.  

Por fortuna estás tu, mi princesa. Y no tengo opción. 

En otra época de mi vida esto que me pasa solo sería un malestar de unos pocos días, sin mayor trascendencia, por que me falta valentía. Pero estás tú, que me obligas a no obviar el camino, a vivir este proceso, a recordar lo impronunciable, a organizar mis recuerdos, sin importar el dolor, sin importar el tiempo que tome, para ser la mujer que tengo que ser, la madre que tu te mereces, la esposa que deseo. Para poder comprender por qué a veces tu llanto me desestabiliza, por qué temo perderte casi a diario, por qué a veces no tengo resto suficiente para sostenerte, ni la paciencia necesaria para las cosas de tu padre, por qué huyo más veces de las que quisiera, por qué hay días que no me hallo en mi propia piel.

Por fortuna no tengo opción y estoy en el camino. Tratando de mirarme a los ojos, de limpiar las lagrimas de mi niña, tratando, tratando cada segundo, llevando luz a mi sombra, para entenderla, para ver el panorama despejado, claro, para que no pese tanto.

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