Llevo casi dos años en esta aventura de ser una mamá bloguera. Una aventura que había deseado comenzar hacia muchísimo tiempo, pero que por simple miedo no había podido concretar. Por fortuna, una noche cualquiera de noviembre, mientras mi hija dormía, deje de pensar y comencé a escribir.
Recuerdo que pensé: "¿Qué puedo perder?, ¿qué importa si a nadie le gusta?, ¿qué más da si nadie me lee?, ¿qué me importa si nadie nunca se pasa por aquí?.. si lo hago, no lo hago por ellos, lo hago por mi". Y en ese instante el miedo desapareció, dándole pasó a la emoción. Me sentí fuerte, segura, y experimenté un deja vu directo a mi adolescencia, a tardes enteras en mi cuarto, tirada en la cama, rodeada de papeles y lapiceros de colores, escribiendo lo que sentía, lo que me pasaba por la cabeza, sin más ni más, feliz.
Ese pequeño acto de valentía y liberación que experimente en aquel momento, me ha regalado un montón de encuentros felices e inmensas satisfacciones. Ha llenado mi vida con personas maravillosas, con las que comparto y con las que me identifico. Me ha potencializado, dándome nuevos motivos, nuevos proyectos, maravillosos y reveladores reencuentros.
Cuando escribí el 1er post, desconocía el alcance que esto podría tener, las fronteras que podría cruzar, los espacios -interiores y exteriores- a los que podía llegar. "La mamá de Sara" ha sido un camino de auto-conocimiento, de auto-fortalecimiento, de disciplina, de retar mis capacidades, de validar mis alcances.
Cada palabra escrita me ha permitido aclarar mis ideas, expresar sin temor mis pensamientos, exponer mi opinión y mis teorías, aprender de otros leyéndoles y queriéndoles virtual y realmente. Me ha posibilitado volver a soñar, a soñar de verdad, con libertad, con esperanza, con confianza y sin medida, creyéndome capaz de hacer, de actuar, con la certeza de que lo que deseo se puede volver realidad. Y aunque en principio comencé a escribir solo para mí, al poco tiempo descubrí que escribía teniendo en mente a todos los que me leen, a todas aquellas mujeres ( y hombres también) que necesitan encontrar en verdadero sentido a su vida, confrontadas por la maternidad/paternidad y por la vida.
Tal vez por eso, cada vez que veo como crece el número de post, y con ellos, los comentarios y la gente que me sigue y me lee por simple gusto, como mi mundo se expande y mi tribu crece, corroboro lo importante que es para mi este espacio de expresión virtual, que me conecta con los demás, pero en especial, que me conecta conmigo misma. Y quiero seguir haciéndolo. No una vez más, muchísimas veces más, quiero llenar este espacio de significado, dejar mi alma en cada palabra, para que otros se tropiecen con ella, la acojan y les sirva para pensar, para descubrir, para sentir más, amar más, escribir más, llorar más, reír más, vivir más.
Todo esto, es lo que ha pasado por mi cabeza desde que comencé el curso virtual Blogging from the Heart con la increíble y experimentada bloguera Susannah Conway. Y por eso quería, simplemente, decirles GRACIAS, por estar aquí, por seguir aquí, y por recorrer este camino conmigo de la mano. Espero contar con ustedes por mucho más tiempo.
Que lindo Zary! Me alegro que te haya ayudado tanto ! :D
ResponderEliminarGracias Lucia. La verdad este tema me esta cambiado la vida. Un abrazo.
Eliminartú escribes desde el corazón y con el corazón en la mano y el alma a flor de piel te leemos
ResponderEliminarGracias mi querida madre reciente!! besos a tu tres chiquitines!!
EliminarPrecioso post. Parece que lo estaba escribiendo yo misma, es igualita a mi experiencia.
ResponderEliminarUn beso
Que bueno compartir con otras madres esta experiencia. Gracias por pasarte por acá!! abrazos!!!
EliminarSin duda escribes con el corazón y por eso nos encanta leerte. Besos!
ResponderEliminarGracias mi Oli!!! Un beso y mil gracias por estar siempre pendiente de este rinconcito!!
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