Hace una semana tuve un encuentro maravilloso. Una reunión con un grupo de hombres y mujeres, padres y madres casi todos, preocupados por la manera en la que fueron criados, por la manera en la que acompañan a sus hijos a crecer.
Primero estuvimos en unas mesas de trabajo. Hablamos de como criar desde el alma, revisando maneras para impartir disciplina de manera amorosa y positiva, aprendimos que la violencia invisible existe y es mucho más frecuente que la visible, nos descubrimos como hombres y mujeres, nos observamos como padres y madres, tratando de descifrar nuestros temores y sombras.
Luego, nos reencontramos con viejos conocidos, amigos y amigas de esta tribu virtual, con los que compartimos mucho pero a los cuales nunca habíamos visto en persona. Nos saludamos y abrazamos, y fue grato hablar mirándonos a los ojos y sentir que nos reconocernos, que nos parecemos, que tenemos los mismos miedos y dudas, que estamos en el mismo camino, que compartimos los mismos sueños.
Y llego el momento de conocer a Laura. De escuchar sus palabras reveladoras, confrontadoras, decisivas. Ella nos llevo de la mano de manera suave pero firme, nos hablo del patriarcado, de la naturaleza femenina sometida, de nuestra infancia desamparada y sin mirada, nos puso un espejo de frente al alma, haciéndonos entender que solo seremos mejores padres y madres si primero comprendemos que nos paso cuando niños, desde una mirada real y objetiva, y no desde nuestro "yo engañado" y herido.
Con Laura Gutman |
Y así paso este maravilloso encuentro. Lleno de valiosos momentos y de una energía increíble, que me reconforto el alma y que me puso a meditar acerca de todo lo que necesito descubrir de mi misma, de esa necesidad imperiosa que siento de ser más coherente, de ayudar a otras madres, de trabajar por el empoderamiento femenino, materno, de invertir mis días en algo que realmente aporte a un fin valioso, que contribuya a que aprendamos a vivir con consciencia, a que criemos de la misma manera, a que, entre todos, logremos cambiar nuestro pequeño mundo y el mundo entero, poco a poco, desde nuestras casas, con nuestros hijos, con otras madres y padres, con amor, con respeto pero sobre todo con mucha, muchísima consciencia.
PD: gracias a Susana, Ana María y al Centro Gestatl de la Sábana por hacer realidad estos momentos.
que padre que tuviste esa oportunidad, gracias por compartirla con nosotras.
ResponderEliminarTe mando un beso.
¡ambas muy guapas!
Zary que sonrisas lindas y sinceras se ven! Que lindo que hayas podido asistir!
ResponderEliminarQué experiencia más bonita :)
ResponderEliminarDivinas las 2. Una experiencia maravillosa sin dudas. Me alegro que hayas podido conocerla ;)
ResponderEliminarQué bueno Zary! Un encuentro inolvidable, de esos que dejan huella. Necesitamos nuestra tribu y ponernos cara y ojos sin duda.
ResponderEliminarAbrazo!