Tengo dos hermanos. Tengo dos hermanos que amo y que sé que me aman profundamente. Cada uno no puede ser más distinto al otro. El mayor parece una roca pero, realmente, tienen un corazón gigante y dulce. El menor es pura calma, un océano profundo y pacífico, un refugio caliente, la mejor compañía.
Recuerdo cuando todos éramos niños, y yo me creía la mamá del pequeño y la rival del más grande, obsesionada por cuidar al primero y pelear con el segundo. Lógicamente con los años nuestra relación ha cambiando. De hecho estoy segura que aunque pareciera no ser tan cercana, los años nos han caído de maravilla y nos han mejorado como hermanos. Todo no ha sido un camino de rosas siempre entre nosotros. Pero a pesar de las peleas, la distancia, los desacuerdos y el tiempo seguimos ahí, unidos y el amor se siente y se nota cada vez que nos vemos.
Mis hermanos me llenan de felicidad y me hacen sentir viva y amada. Amada tal y como soy. Amada con mis cualidades y defectos. Amada con un amor sincero y transparente, un amor sin pretensiones ni exigencias. Un amor simple, sencillo, lleno de luz.
Y ahora que somos todos adultos, querernos y entendernos parece ser más simple y sencillo. Nos miramos con compasión, sin juicios, ni celos. Añoramos el tiempo juntos, por eso disfrutamos mucho nuestros momentos. Nos sentimos orgullosos los unos de los otros. Nos escuchamos. Nos adoramos. Nos aceptamos. Nos ayudamos. Nos queremos mucho, tal vez igual que antes, tal vez igual que siempre, solo que ahora es, para mi, más fácil sentirlo, disfrutarlo y decirlo.
Quiero que tengan la certeza de que los adoro con todas las fuerzas de mi alma hermanitos.
¡Cuánto amor derramado en estas líneas! Así son las cosas, de adultos vemos a nuestros hermanos con una óptica diferente y comprendemos mejor nuestra niñez. ¡Enhorabuena por tu familia!
ResponderEliminarGracia Oli!!! Besos por momtones!!
EliminarQué bonito Zary y que sincero, con el tiempo las relaciones fraternales se reelaboran y es una suerte que las vuestras corran en ese sentido, cuántas veces la distancia se convierte en hábito. Me alegro por ti!
ResponderEliminarYo solo tengo una hermana, más pequeña y me tengo que contener para no ser su mamá, cuando controlo eso veo lo bien que funcionamos y además tengo la suerte de vivir en la misma ciudad.
Mil abrazos bonita!
No sabes lo que me gustaría tener una hermana para hacer cosas de niñas, y en concordancia, de madres y de tías. Un beso gigante!! Aprovecha a tu hermana!! Besos!!
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