20 mayo 2015

Mucho tiempo


Mucho tiempo sin escribir. Mucho.
Los días pasan y me pregunto por qué las palabras se agolpan en mi cabeza y se atoran justo en la punta de mis dedos.
Ser todo lo que somos, se vuelve una tarea compleja.
Ser todo lo que queremos ser, es arduo y exigente.
Y en medio, el tiempo pasa.
Y, casi sin darme cuenta, mi hija está a punto de cumplir 5 y de terminar su primer año de colegio.
Fui tía por segunda vez.
Compramos apartamento. Y hace poco, algunos muebles nuevos.
Nos fuimos de vacaciones, pasamos felices y volvimos.
Entendí Scrum y ya casi soy Scrum Master.
Di una conferencia en mi alma máter.
Publiqué varias docenas de fotos en redes sociales.
Deje la práctica de yoga (sólo un mes) y la retomé, con más entusiasmo que antes.
Me pinté el pelo no una, ni dos, sino varias veces.
Me enganché con Bloodline y la terminé en tiempo récord.
Vi con Sara todas las películas infantiles de la cartelera de cine.
Aprendí a dibujar a Bob Esponja y a su parranda de amigos submarinos.
Tuve tardes enteras de conversaciones, juegos y baile con mi hija.
También varias noches de llanto y muchos despertares llenos de risas.
Hicimos galletas y también cocinamos salmón al horno para las dos.
Extrañé a mi abuela casi a diario. Y la lloré varias, muchas veces.
Descubrí que tengo que cuidar más la intensión detrás de mis palabras.
Y que el sol de mi tierra, me hace casi tanta falta como estar cerca de mi gente, de mis hermanos y de mis padres.
Trabaje en licitaciones, campañas, estrategias y sufrí... pero también me divertí un montón.
Me di cuenta que estaba dejando de sonreír. Y traté de sonreír aún sin motivos.
Quemé un montón de calorías en el gimnasio y mejoré, por mucho, mi tiempo en los 10k.
Intenté comer menos, sin sal y sin azúcar... y fracasé.
Aprendí, aprendí un montón de cosas.
Intenté amarme más, amar más, amar mi ahora. Y sigo en el intento.
Pero, tal vez lo que más hice fue añorar escribir.
Escribir como antes, como si no hubiera fin, sin importar el cansancio, la felicidad o la tristeza. Escribir y escribir sin excusas.
Porque este espacio también soy yo.
Porque escribir y poner mi alma aquí para mi, para mi hija y para ustedes me define.
Por eso hoy escogí volver, sin importar que estoy muerta de sueño, que aún debo leer un par de briefs, que no está listo el uniforme y la lonchera, o que mañana me levanto a las 4:00 de la mañana.
Escogí dejar de añorar, escribir y no rendirme.
Porque me gusta, porque soy yo y porque, simplemente, no quiero que vuelva a pasar mucho tiempo.

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7 comentarios:

  1. Y regresaste justo a tiempo a unos días de nuestro cumple ;)
    Re-bienvenida!!!

    ResponderEliminar
  2. Bienvenida comadre! Te pusiste al día en un post lleno de palabras cogidas de la mano de forma maravillosa, valiente de no seguir añorando.
    Enorme abrazo!

    ResponderEliminar
  3. No dejes de hacerlo, Zary. Que post tan bonito... Qué es eso de levantarse a las 4h?! Debería de estar prohibido!!! Te abrazo fuerte... Espero que pronto puedas levantarte más tarde... ;)
    Besos

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    Respuestas
    1. Eso espero pero es que ese es mi tiempo de hacer ejercicio y demás cosas que en el reto del día me queda imposible. Así que procuro madrugar mucho y costarme muy temprano. Cuando será que podemos concretar nuestra charla? Es un HONOR INMENSO para mi tenerte por aquí. Besos!!

      Eliminar

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