10 marzo 2015
Todavía me pasa
Te extraño.
Me pasa que todavía te extraño mucho.
No es más que un lunes cualquiera, pero aún no me acostumbro
y te extraño hija mía.
El tiempo que estamos juntas parece que no nos basta.
Los fines de semana son un bálsamo, pero llega la semana y nos pesa tanto tiempo la una sin la otra.
No nos conformamos.
¿Cómo conformarnos?
A diario me sorprendo pensándote.
Haciéndome preguntas que no debería hacerme.
Queriendo saber si tu también me estás pensando.
Si en el mismo instante en el que en medio de una reunión me pierdo en tus recuerdos, tu también estás queriendo abrazarme.
Todavía me pasa que me duele separarme de ti.
Todavía nos pasa que la separación es un momento terrible.
El tiempo no mata ni atenúa el vacío que siento cuando estamos lejos.
Intuyo que tu también sientes lo mismo.
Lo intuyo y lo confirmo en tu mirada, en tus abrazos,
en tu: "mamá, pero es que yo quiero estar contigo".
Todavía me pasa que extraño tu olor en el transcurso del día.
Y me pregunto que estarás comiendo y cuántos amigos estarás haciendo.
Y muero por recogerte del colegio cada día,
y que camino a casa me hables en italiano y me cuentes todo lo que has aprendido.
Todavía me pasa que siento miedo.
Que te extraño mucho y que temo que se abra una brecha.
Que de pronto, en un momento que no pueda identificar,
tanto tiempo separadas nos gane la partida.
Y todo entre nosotras cambie para siempre.
Todavía me pasa que siento un inmenso vacío cuando tengo que dejarte.
Y el vacío dura todo el día.
Y a veces no pasa, incluso cuando te vuelvo a ver.
Porque todavía siento que es nuestro momento.
No quiero que deje de ser nuestro momento.
No quiero que este vínculo único que nos une se diluya con el tiempo.
Publicado por
La mujer que bota fuego
en
22:16
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Etiquetas:
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no quiero ni pensar en lo duro que tiene que ser separarse de su niña, todos los dîas, de lunes a viernes; leyendo tu sufrimiento, vuestro sufrimiento, me pregunto por la necesidad de la escolarizaciôn tan temprana y por sus supuestos efectos positivos...
ResponderEliminarLa conciliación es una deuda pendiente que la sociedad tiene con nosotras las madres, los hijos y las familia.
EliminarAy mis lindas, hay un tiempo para el vínculo y ése fue vuestro, no se quebrará comadre, cambiará de color y se hará más fuerte, se hace más fuerte para suplir las horas. Momentos así son inevitables pero Sara ha de volar para después contarte todas sus aventuras al igual que tú las tuyas.
ResponderEliminarBesos y fuerza bella mía.
Gracias Silvia, gracias, gracias, gracias... lo se pero a veces se me olvida. Pienso en mi infancia y pienso en que no soy tan cercana a mi mamá como quisera y me entra un miedo difícil de controlar. Te quiero. Y confio. Intento confiar.
Eliminar¡Ánimo Zary bella! Claro que Sara también te extraña, ese vínculo se hace cada vez más fuerte, pues ahora ella es más consciente de las cosas, pronto esto también pasará... ¡abrazos!
ResponderEliminarbesos y abrazos, bella Oli.
EliminarCreo que es el sentimiento mas tenaz que podemos tener las mamás, es un dolor en el alma que se acentua cuando las pensamos, sentimos sus olores y a veces hasta su llanto mientras trabajamos. Es lo que le hace rondar en la cabeza la idea de renunciar y dedicarse 100% a ellas, no podría estar mas identificada y eso que hasta ahora estoy empezando (Hace 2 meses volví de licencia). Como siempre Zary, tus palabras llegan al alma.
ResponderEliminarAngie, un abrazo profundo. Sentimiento compartido.
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