Creo que ayer descubrí porque son muy pocas las mujeres-madres que se atreven a contarle a las futuras mamás, que la maternidad no es solo felicidad, sino que también está llena de momentos agridulces y difíciles. La concepción de que la maternidad es un estado perfecto donde todo transcurre en calma y paz, levitando con una sonrisa permanente de oreja a oreja, transciende todos los ámbitos. Estamos tan impregnados de imágenes que nos transmiten una idea rosa y romántica al respecto, que para la mayoría de los círculos sociales parece una herejía ver una mamá que se niega a continuar propagando la farsa gritando a los cuatro vientos, que se siente mal, que no sabe qué hacer, que no puede más. Esas mamás valientes son miradas como bichos raros y, en el peor de los casos, tildadas de flojas, escandalosas y exageradas. Desde hace varios días he tenido que escuchar cómo se critica a una nueva mamá que se siente sobrepasada por la maternidad y, que sin ningún temor ni tapujo lo ha contado, seguro buscando alguna explicación a sus expectativas insatisfechas. Ayer, me tocó otra tanda de "pero que exagerada", "pero que poca voluntad tiene", "quien dijo que ser mamá es así de dificil como lo pinta". Y ya no aguante más. No saben como me afectan este tipo de cosas. Me resulta muy triste e injusto ser espectadora, y reconozco que a veces me falta claridad mental y fluidez de palabra para explicar el tema de manera clara, lógica y coherente. Sobretodo cuando la indignación me embarga.
En este tema yo solo puedo hablar por mi, desde mi experiencia personal y, tal vez, desde la experiencia de varias de las mamás de mi tribu. Y lo que sé muy bien al respecto es que desde que una mujer se convierte en madre se enfrenta permanentemente a muchas presiones y cuestionamientos, cuando debería ser todo lo contrario: lo único que necesitamos las madres recientes es apoyo y comprensión; una voz cercana que nos soporte llenándonos de tranquilidad y de confianza, mientras nosotros podemos comenzar a digerir todo lo que nos está pasando. Por el contrario, estamos rodeadas de un montón de gente que opina desde el desconocimiento y que ante un comentario que no cumpla con los estándares de una "feliz mamá", no abrazan, no alientan, sino que aplastan de manera desconsiderada, saboteando la autoconfianza de la madre y la relación mamá-bebé. Lo peor de todo es que lo hacen sin siquiera caer en cuenta de lo que propician, respaldados en sus buenas intensiones.
Al parecer, socialmente, para la mujer puérpera solo hay una opción: ser feliz sin derecho a quejarse. Cualquier otra variante, la pone directo en la picota pública. Entonces, con esta situación la ecuación es sencilla: si expresar sin tapujos que te sientes inmensamente sola, que no sabes ni para dónde vas ni de dónde vienes, que la lactancia es difícil y agotadora, que no hay nada más triste y deprimente que mirarte al espejo, que a veces no quieres ni que te determinen pero que si nadie lo hace pareces morirte, que todo tu mundo se convirtió en algo caótico e incontrolable, te expone a las criticas, es más conveniente decir lo que los demás quieren oír y guardar para nosotras lo que realmente sentimos. Por eso, las mamás callamos o mentimos a cerca de experiencia de ser mamá. Generalmente nos sentimos cohibidas de expresar lo que nos pasa, porque nuestra experiencia no coincide en nada con la versión azucarada que nos habían contado acerca de la maternidad. Y eso no quiere decir que no amemos con locura y sin medida, a ese pequeñito/ta que nos ha cambiado la vida. No, simplemente también nos pasan muchas otras cosas, menos amables, menos fascinantes y mucho más desafiantes, que además no podemos compartir. En definitiva, son escasos los espacios en los que nos sentimos libres de abrir nuestra alma y corazón para contar la realidad, sin sentirnos juzgadas. Frente a esa presión, la mayoría de las mujeres calla o finge ser pura felicidad, perpetuando, sin querer, un mensaje equivocado para todos.
Y al final, no entiendo cual es el problema de decir y enfrentar la verdad. El hecho de que la maternidad no sea un cuento de hadas, no es ni malo ni bueno, es la realidad. Y qué bueno sería para madres e hijos, y para el bienestar final de toda la sociedad que se llamara a las cosas por su nombre, sin juicios de valor. Es increíble que las mamás no tengamos derecho a ser sinceras con la vorágine de sentimientos y cambios que nos atropellan cuando nos encontramos con un bebé en brazos. Se nos niega el derecho a decir lo que sentimos y a encontrar la deseada comprensión. Y claro, cuando existe una mamá valiente que se atreve a decir lo que la mayoría no, medio mundo le cae encima, condenándola sin ni siquiera escuchar con atención sus argumentos. Ser mamá es hermoso, pero es duro, es difícil, es desestabilizador. Tal vez para unas sea menos traumático que para otras, pero en general, todas pasamos por situaciones y sentimientos muy parecidos, donde vemos nuestra vida patas arriba, sin saber muy bien cómo hacernos cargo hasta de las cosas cotidianas que antes eran tan sencillas de resolver. Lo cierto es que ya está bueno de callar. ¿Qué hay de malo en eso?, ¿por qué no podemos decirlo?, ¿no tenemos ni siquiera derecho a quejarnos, a desahogarnos?
Totalmente cierto esta reflexión tuya. Y como nadie se atreve a expresarlo al vivirlo en carne propia ni siquiera me atrevía a reconocerlo ante mí, cómo me podía sentir sola y triste en lo más profundo de mi corazón, si tenía a mi hermosa y deseada bebé a mi lado? ¿Podía estar triste y alegre al mismo tiempo? Vaya que fue difícil. Por eso no quiero que ninguna amiga que vaya a ser mamá pase por lo mismo y me he dado a la tarea de compartir mi experiencia con ellas. Solo hablándolo podremos cambiarlo.
ResponderEliminarUn beso.
@Gaby Acosta Es cierto Gaby!! Solo socializar y normalizar el tema hace la diferencia!! te felicito!!
ResponderEliminarQue cierto, la verdad es que muchas veces me choca leer o escuchar mamás que dicen que todo es una maravilla y cuando una se queja te miran con cara de malas madres, y pasa tambien en la blogsfera, hay muchas que solo hablan de lo maravilloso y buenos que son sus hijos, nunca las leo quejandose o reclamando algo, y eso me hace pensar "sere una de las pocas que me quejo"? o sere una de las pocas sinceras?? quien sabe.
ResponderEliminarLo cierto que el ser madre no es facil y como tu dices es hermoso pero a la vez duro y desestabilizador...
Me encanto esta entrada, un beso mi Zary....
Muy buen post Zary y tienes toda la razón, la sociedad en general espera que seamos perfectas como madres y a la primera queja nos aplastan, pero también creo que hay mujeres que se quejan demasiado de sus hijos y creo, quizás me equivoque, que algunas tienen hijos por que es lo que toca o porque ya llevan unos cuantos años de matrimonio pero en realidad no estaban preparadas para hacer ciertos sacrificios. Y no quiero decir que ellas no amen a sus hijos pero conozco un par que viven quejandose que sus hijos son aquí o allá y yo la verdad no los encuentro tan terribles.
ResponderEliminarEs mi humilde opinión.
Cariños.
Pues yo si me animo a quejarme y desahogarme! Acabo de escribir exactamente sobre eso! parece mentira Zary... Estamos sincronizadas...ya no hay ninguna duda!
ResponderEliminarYo traté un el mismo tema hace como un año, a raíz de la paternidad de unos amigos....
ResponderEliminarhttp://lamamavaca.blogspot.com/2010/08/la-materpaternidad-nos-sobrepasa.html
Porque, realmente, la maternidad no siempre es tan maravillosa y hay momentos en los que estás cansada y tan hecha polvo, que todo te parece una montaña....
Zarina, me siento muy identificada con tu entrada, si me gustaría imprimirla y pegarla en tantos lugares, incluida mi casa, para que otras mujeres y otros hombres sean capaces de saber que no todo es rosa y que se necesita decirlo.
ResponderEliminarSaludos.
Zary,
ResponderEliminarMuy cierta tu entrada. Estoy contigo 100% en que es super importante darle voz a estos sentimientos “negativos”, para la propia salud mental y para animar a otras madres a que hagan lo propio y compartan los momentos de felicidad y los de caos (que también los hay)
No creo que seamos blandas o que estemos quejándonos de cómo son nuestros hijos, sino que somos sinceras ante los demás y nosotras mismas. Yo también me pregunto porque está tan mal visto decir “hoy no puedo más” “no sé qué hacer” “necesito un rato para mi” “ me siento desbordada”…
De ahí que es importante buscarnos un entorno que nos apoye, que simplemente nos escuche cuando necesitamos nuestra ración de sinceridad y pataleo ;-)
A mi si me sirve de mucho escuchar a mis amigas contando sinceramente sus dificultades, aprendo nuevos recursos y me siento “más normal y humana”
Abrazos a las duras y a las maduras!
Concuerdo plenamente con todas tus palabras. Es cierto que si uno dice toda la verdad, de como se siente en un principio, de todas tus dudas, sobre el cansancio, la tribulación sobre si lo estás haciendo bien, sobre tus temores sobre la lactancia, etc., eres mal mirada, como poco apta. Pero es ocultando lo que uno siente, que se siente menos sometida a críticas y uno suele caer en ésta práctica. Es verdad, nadie te enseña a ser mamá y uno comete mil errores en el aprendijaje diario y no hay nada de malo en compartirlo y buscar consejos o ayuda, cada vez que sea necesario.
ResponderEliminarAbrazos y te sigo!
@Carrusel de Sofía Seguro existen algunas madres así, pero en general, por mi experiencia, pasa más frecuentemente, todo lo contrario: las mamás no dicen lo que les pasa, simplemente dicen que están inmensamente felices y que todo esta bien. Son pocas las valientes. Yo a veces fui capaz de abrirme, pero normalmente no, o no con todo el mundo. Trate de ser honesta con mis amigas próximas a ser mamás, para que fueran conscientes de lo que les esperaba. Pero seguro hay muchas "cómodas" que pretenden seguir con su vida como si nada, quieren ser mamás sin serlo, realmente. Gracias por leerme y comentarme!!
ResponderEliminar100% Mamá, tienes mucha razón. Somos pocas las sinceras. Yo misma tengo que confesar que muchas veces preferí decir que si, que todo era perfecto y maravilloso cuando no lo era. Por fortuna, me cuesta mucho fingir y la gran mayoría de las veces se me salia "si es bello pero es duro", frente a lo que me encontraba con un montón de ojos desorbitados y un silencio absoluto. O frases de gente que no tiene ni idea diciéndome "no es para tanto", en fin.. la verdad es que, por fortuna, acá en la red, he encontrado mamás bastante sinceras, que no temen decir las cosas como son y que me han ayudado a compartir más abiertamente lo que me pasa y lo que siento. Tu eres una de esas!! ;D
ResponderEliminar@BrenMientras leía tu post ayer pensaba exactamente lo mismo.. Amiga gracais por decir las cosas como son y por "quejarte".. a veces hace mucha, pero mucha falta.. Un abrazote!!
ResponderEliminar@LadyAAcabo de leer tu post de hace un año y me encantó!!! Totalmente de acuerdo, no podría agregar nada más. De hecho, ahora tengo una amiga que esta aterrada, su beba tiene más o menos 2 meses y esta absolutamente agotada y sobrepasada, y para rematar, rodeada de malos consejeros, que no la apoyan y reconfortan sino que la critican cuando ella, valientemente, expresa que la maternidad, no es ni de cerca, lo que esperaba..creo que es la historia de nunca acabar..
ResponderEliminarSolo podemos cambiar las cosas si decimos aquello con lo que no estamos de acuerdo.
ResponderEliminarSolo puedo darte la razón!
@Mujer y Mamá A mi me gustaría hacer lo mismo sobretodo con unas cuantas amigas y amigos que creen que soy una quejona...Besos!!!
ResponderEliminar@MaGiA Abrazos para ti también.. yo creo que lo que pasa es que la gente le quiere sacar el cuerpo a las situaciones diferentes y que pueden resultar incomodas socialmente, y una madre diciendo que no es feliz con su maternidad, es algo bastante fuera de lugar que genera muchas incomodidades para la mayoría de la gente porque, al final, el sentimiento de soledad y desamparo que ella siente no es culpa de ella sino culpa de su entorno que no sabe o no ha querido apoyarla y acogerla. de repente la queja de esta mamá, se convierte en una acusación para su entorno, que prefiere ignorarla para no hacer un esfuerzo y comprometerse.. no se si esto hilando muy delgado, pero creo que por ahí va la cosa..
ResponderEliminar@Mamá Nortina Esa es la frase perfecta para describir como se nos observa cuando nos quejamos, como "madres poco aptas para ser"..de nosotros depende que cada día más, en ta situación, se nos mire con cariño y comprensión más que con recriminación y desaprobación!! Gracias por seguirme!!!
ResponderEliminar@unamadreactual Tienes toda la razón!! Solo de nosotras depende mover a todo nuestro entorno hacia este cambio!!
ResponderEliminarZary, ¡me encanta tu respuesta! no lo había pensado hasta ahora y si, creo que los tiros van por ahí ¡besos!
ResponderEliminarCreo que uno se vuelve más empático con las otras mamás, cuando te conviertes en mamá. Aunque claro, quizá eso se olvida con los años, porque muchas veces las abuelas, ah, como critican! Como dices, a veces son comentarios "bien intencionados", pero aun así te dejan sintiéndote la peor mamá.
ResponderEliminarYo suelo ser muy positiva en todo lo que me pasa, así que tampoco hablo mucho de los momentos difíciles, pero es bueno reconocer que no todo es perfecto. Hasta creo que a nuestros nenes les sirve más saber que su mamá no es perfecta pero hace lo mejor que puede, que tener una mamá "que nunca se equivoca".
Besos :D
Totalmente Zary, la mayoría de las mamás de mi entorno nunca se quejan ni cuentan los problemas que han vivido como madres. Yo misma, muchas veces cuando me preguntan como estoy siempre contesto que bien, cuando muchas veces estoy ultra cansada y quisiera irme lejos por un rato, sola... y es que la sociedad es tan dura que parece que una respondiera por inercia, sobre todo cuando eres una madre que está en la casa, porque claro, dirían "ni trabaja y está cansada, si lo único que hace es ver a su hija" pfff! pero eso es tema aparte...
ResponderEliminarBesos!
Además, es que parece que no puedas tener esos malos sentimientos....como si el solo hecho de ser madre tuviera que ser suficiente para volverte una completa estúpida feliz....
ResponderEliminarCreo que lo que hay que hacer es apoyar a las madres, y más si nos están diciendo que se sienten agobiadas. No entiendo por qué les parece mal a los demás que una mamá agotada se desahogue.
ResponderEliminarTodas hemos pasado, pasamos y pasaremos por eso, creo, y lo que necesitamos en esos momentos es apoyo y ayuda.
@Bere Coincido contigo, a nuestros hijos les hace muy bien saber desde pequeños que somos seres humanos y que no somos perfectas, pero que a pesar de ese detalle, nos esforzamos por hacer y dar lo mejor y, eso al final, es lo realmente importante! Besos también para ti !! ;D
ResponderEliminar@Carrusel de Sofía Si, la gente piensa que porque estamos en casa no hacemos nada, que nos pasmos el día rascandonos la barriga... tienes razón, que poco se nos valora.. habrá que escribir un post también de eso..:D
ResponderEliminar@LadyA es que lo que muchos quieren es que seamos eso: estúpidas felices, que no del "lata".. no puede ser posible que lo permitamos!!
ResponderEliminar@Carol Lo que pasa es que el apoyo necesita compromiso de nuestro entorno y, lamentablemente, no todos los que nos rodean se quieren involucrar a tal punto. Muy pocos quieren de corazón hacer ese esfuerzo.
ResponderEliminarGenial Zary, el otro día justo pensaba en lo mismo. Y todo porque me encontre con varios familiares que aunque viven cerca no se han dignado en aparecer nunca por casa para ver si necesitaba ayuda... Me preguntaron lo típico, si dormía, si comía, si caminaba... en fin... pero como me pillaron con la luna cambiada, les dije con toda sinceridad que el ser madre no se basa sólo en si el niño duerme más o menos, deja de comer o come, o si camina a 12 meses o no... El ser madre es duro y son muchos, muchísimos los problemas que afrontamos diariamente. Gracias Zary por tu post, porque ayudará a muchas a desahogarse (yo incluida).
ResponderEliminarBesos!
Muy buenas reflexiones. La maternidad es preciosa, pero requiere de muchos sacrificios y que ser consciente de ello.
ResponderEliminarDesde luego que tu post guarda muchas semejanzas con el vídeo "Madres reales, no de anuncios" de f@ns de la maternidad, que publiqué hoy en mi blog. Somos mamás reales, con días buenos y días malos.
@Saraiestá es tu casa para desahogarte todo lo quieras!! besos!!
ResponderEliminar@papasehijos.com La verdad que a veces no estamos muy conscientes del tipo de ayuda que necesitamos o, simplemente, no nos gusta pedir ayuda. Muchas tenemos el síndrome de la "super mamá" y llevar acuestas ese papel a veces nos pasa la factura.. Me encanta tu frase. Definitivamente, "somos mamás reales, con días buenos y días malos", y derecho a quejarnos!! Todo el mundo debería saber y entender eso.
ResponderEliminarSí caray Zary! si yo hubiera tenido ese apoyo en mi primer embarazo, otro gallo me había cantado, lloraba todo el tiempo, me sentía incapaz de seguir adelante y sabes quién fue la única que me dijo si se puede y pronto pasará? Mi Mamá Gelo. :D
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