Esto es lo que más extraño de nuestros recientes días de descanso:
- Despertarme a la hora que me de la gana o a la hora que a Sara se le antoje.
- Desayunar todos los días con jugo de naranja, que alguien más prepara feliz para mi.
- Hacerle siesta al desayuno, al almuerzo y a la comida.
- Meriendas de mago biche con sal, jugo de corozo y ciruela verde.
- Conversar de todo y de nada, el día entero, sin prisa, sin planes, solo disfrutando del momento.
- Leer, leer, leer. Leer hasta que los ojos no den más.
- El calor y la brisa salada del mar.
- Comer todo lo que quiero sin pensar en la dieta y aun así, sentirme bella.
- El tiempo juntos: los tres, los cuatro, los cinco, todos y muchos más.
- Hacer de tía, en todo el sentido de la palabra.
- Disfrutar cada segundo del día de Sara, contemplándola mientras duerme; complaciéndola con "mini piscina" en una ponchera a la hora del baño; acompañándola en las meriendas; viéndola perseguir gatos, iguanas, ardillas, bichos y demás; besándola en promedio mil veces al día; "muñequiando" con sus 5 cambios de ropa al día; descubriéndola como prima mayor; nutriéndome y agotándome con su indomable energía; enseñándole que ella lo puede todo, que juntas lo podemos todo; recogiéndole el pelo cuando suda; jugando con sus castillos y dragones imaginarios; secándole cada lagrima, de tristeza y de alegría; deleitándome con sus carcajadas y sus "tonterías".
Yo me estaba preguntando donde andabas, me alegra que sean vacaciones y no enfermedad... ¿te fijas una cosa Zary? Cada vacación es mejor que la anterior, cada vez gozas más intensamente a Sarita y ella disfruta más y más y va guardando preciosos recuerdos para su vida adulta
ResponderEliminarGracias por estar siempre tan pendiente de mi bella Oli!!!
EliminarQue bueno que hayas disfrutado tus vacaciones :)
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