Mi hogar es donde mi corazón está. No es un lugar físico, es un espacio espiritual. Es una sensación de plenitud, de satisfacción total y absoluta. De ser y estar, sin expectativas, ni deseos ajenos. Es el momento preciso en el que, antes de dormir, beso a mi hija y abrazo a mi esposo. Son los amigos que cada día llenan los espacios vacíos de mi existencia. Es una taza de chocolate caliente y un jugo de corozo. Es el mar y su sonido que me embruja. Pero también son las montañas y el frío de la ciudad que hace años me acoge. Es mi abuela, con sus cantos y cariños, que repite cada vez que nos vemos como si aún fuera una niña. Es el orgullo de ser la hermana de mis hermanos y la hijas de mis padres. Es el placer de ser algo nuevo, la emoción de ser tía. Es este blog: el encuentro conmigo y también con ustedes. Mi hogar es inmenso y complejo. Mi hogar es donde mi corazón, late, siente, vive, crece y está.
¡Awwww! ¡profundo y mágico!
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