Mi lactancia no hubiera sido la misma sin la ayuda del extractor de leche. El primero que tuve era sencillo, manual, pero súper útil. Lo heredé prácticamente nuevo de una amiga que, aunque tuvo la mejor intensión para dar teta, no lo logró. Recién nació Sara, lo usaba mucho: 2 y hasta 3 veces al día. No me gustaba sentir mis senos templados a punto de explotar, así que le daba a Sara toda la teta que pedía, y además me sacaba toda la leche que no se tomaba para guardarla en bolsitas en la nevera. Alcanzaba a almacenar hasta 12 onzas diarias!!! A ese ritmo, al cabo de unas cuantas semanas mi hija estaba grande y hermosa, y la nevera llena de leche congelada.
Luego, pase a un extractor un poco más sofisticado, eléctrico, doble. Este me lo presto otra amiga, porque el manual heredado, de tanto uso, se daño. Me costó acostumbrarme a usarlo. Prefería el manualito, más demorado, pero más para mi. Mucho tiempo después entendí que a esa alturas realmente no lo necesitaba. Sara ya tenía un año. La lactancia estaba perfectamente establecida hacia tiempo, y el extractor era más para sentirme aliviada cuando sentía los senos cargados, que para ayudarme a mantener la lactancia de Sara. Pero era imprescindible en mi vida, y así lo use varios meses más.
Hoy sé que gran parte del éxito de mi lactancia se lo debo a ese par de aparaticos que mis amigas, de manera altruista, me facilitaron. Ellas sin saberlo, me "bancaron". Me ayudaron a establecer exitosamente mi lactancia, a tener la tranquilidad queda una nevera llena de mi leche, a aliviar el dolor cuando tuve alguna obstrucción, a sentirme cómodo en mi propia piel cada vez que lo necesite, cada vez que lo sentí necesario.
Por eso, cuando estaba revisando el número 4 de la revista Enredo de Las Casildas no pude más que sentirme inmensamente feliz e identificada por la iniciativa "Yo te banco", el primer Banco de Sacaleches de Argentina (y creo que de la región), a través del cual cualquier mujer puede tener acceso al extractor que necesite, usarlo el tiempo que desee y luego, devolverlo para que otra mamá lo use. Simple, inteligente y maravilloso.
Durante los dos años que tiene la iniciativa, los equipos han viajado por todo el país, ayudando a madres lactantes en sus casas, oficinas y hasta en los hospitales. La mayoría son regalos de otras mamás que al conocer la propuesta, ofrecen el sacaleches que ya no usan. En algunos casos son donaciones de algunas marcas conocidas. ¿No les parece increíble? Esta iniciativa está en pié, funcionando y ayudando de manera desinteresa a muchas mamás que de no ser así, no habrían tenido la oportunidad de disfrutar de los beneficios de un sacaleches. Mujeres ayudando a mujeres. Tribu. Increíble que a ningún gobierno de estos que dicen apoyar la lactancia materna, se le haya ocurrido una idea tan inteligente, útil y sencilla. Esto si es apoyar la lactancia materna.
¿A donde fue a parar mi comentario?
ResponderEliminarTe decía que me parece excelente iniciativa y que lo mejor era la respuesta de las mamás... O.o
Ni idea Oli!! Lo siento!!! Me parece que esta es una excelente manera de apoyor realmente la lactancia materna!!! Besos por ser mi fiel lectora y comentadora ( no sé si esa palabra existe)!! jejejejeje
EliminarHola! Yo también soy la mamá de Sara... De mi Sara de ya casi un año! Hace poco leí este blog y me gusto mucho!
ResponderEliminarTe cuento que en mi país, Costa Rica , tenemos muy buenas clínicas de lactancia y en mi pequeña ciudad además hay un banco de leche. En éste le ofrecen a las madres que lo necesiten extractores como apoyo a la lactancia. Claro que es una muy buena iniciativa! Y ojalá poco a poco esta idea siga creciendo para lograr más éxito en esta etapa tan bonita e importante! Saludos!
Que bueno que en Costa Rica exista y funcione también!! Gracias por pasarte por acá, Mamá de Sara!!!
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