Flor, tu comentario en mi anterior entrada me ha hecho pensar y mucho. Lo he leído una y otra vez, y cada vez que lo leo, me hace más sentido. Quiero decirte que tienes razón. Y aunque es necesario aclarar que no soy tan cercana a mi amiga de la historia, creo que ese hecho no es razón suficiente para guardar silencio. Como dices en tu comentario, es hora de comenzar a meternos, de decir, con respeto pero en voz alta, lo que creemos con relación a la crianza de los niños, por ellos y por nosotros.
He tratado de identificar porque me quede en silencio. Por que sentí miedo de decir lo que debía decir. Y comencé a recordar otros episodios en los que he actuado de manera parecida. Momentos en los que Sara me pide teta frente algunos amigos y siento pena; conversaciones en las que evito el tema del colecho porque me da "jartera"; momentos en los que calló cuando alguien, con la mejor intención, habla de lo "manipuladores" que son los niños, incluida mi hija.
Y después de pensar y buscar en mi cabeza y corazón, he llegado a la conclusión de que, tal vez, de alguna manera, soy una madre con "doble" personalidad. Tal vez soy una mientras escribo en este blog y estoy en la intimidad de mi casa, y otra, no tan pública y arrojada, cuando estoy en otros espacios diferentes. O tal vez es que se me había olvidado que a veces me cuesta decir lo que pienso por miedo a generar conflicto o a sentirme juzgada; o que desde pequeña e odiado ser la niña diferente y aún, inconscientemente, me cuesta entender que todos lo somos, de una u otra manera, y que no hay nada de reprochable en ello.
Lo cierto es que este episodio y tus palabras no sólo me han calado hondo, sino que también me han hecho caer en cuenta que tenemos que comprometernos mucho más, como tu dices, y visibilizarnos. Tenemos que abrir la boca y hablar de la crianza de nuestros hijos, siempre que haya oportunidad, en todos los espacios, respetuosamente pero también alto y fuerte, para lograr el mayor alcance posible, para que lo bueno que hacemos tenga un eco más allá de las 4 paredes de nuestro hogar. Nuestra responsabilidad va más allá de las fronteras de nuestra casa. Como bien dices, "hacer el bien no alcanza, hay que impedir que se haga el mal". No es una opción, tenemos que hacerlo. Me comprometo a hacerlo.
Es completamente cierto, me pasa exactamente igual, nos da "jartera" enfrentar y defender nuestra posición porque desafortunadamente somos menos (por lo menos dentro del cículo que me rodea)los que pensamos de esta manera.
ResponderEliminarZari, me inspiraste y yo también me comprometo a defender no sólo nuestro punto de vista, siendo madres tenemos el deber de hacer "eco" en nuestro modo de pensar y actuar. Fio
Un abrazo Fio y gracias por tu compañía, a pesar de los kilómetros de distancia. ;)
EliminarA mí también me removió en lo profundo el comentario de Flor, pero me pareció impertinente contestar, puesto que el comentario iba dirigido a tí, aunque en realidad va dirigido a todas nosotras que en su momento, no nos hemos atrevido a defender nuestro punto de vista.
ResponderEliminarGracias a Flor por hablar de frente con todas sus letras y a tí Zary por profundizar en su significado.
Un beso Oli y mil gracias por leerme y comentarme, siempre!!
EliminarCreo que es muy valioso que compartamos nuestras opiniones, que digamos en voz alta lo que pensamos, sentimos, que hablemos de lo "prohibido". Sin embargo no estoy de acuerdo con "hacer el bien y parar el mal". No creo que la realidad sea tan simple. No creo en blancos y negros.
ResponderEliminarCreer que la nuestra es la verdad y vamos profesándola a todas las madres que conocemos, no es lo mismo que tanto detestamos que hagan otros? Personas diciéndonos "no lo cargues" "no le des tanta teta" "no duermas con ellos" etc. Esas personas están convencidas que eso es hacer el bien. Que están salvando a nuestros hijos de la sobreprotección, de madres obsesivas, depravadas o lo que sea que cada uno considere. Esos profesionales que nos "aconsejan" dejar llorar a los niños, están convencidos que es lo mejor. Están haciendo el bien, tienen miles de argumentos.
Así que me pregunto, ir por la vida diciéndole a las madres que hacen lo que no nos parece que están "haciéndolo mal" no es lo mismo?
Al menos a mi no me gusta que juzguen mis decisiones. No me gusta que personas a quienes me he acercado a compartir mi intimidad, terminen dándome un discurso de por qué estoy equivocada.
Quedarnos calladas? No sé. Tal vez una madre necesite nuestra escucha, antes de poder oir lo que queremos decir. Tal vez nuestra aceptación y silencio le permita darse cuenta de cómo se siente poco a poco e ir adentrando a sus profundidades.
Tal vez si compartimos nuestra opinión, nuestra vivencia, nuestra información entonces iniciemos un diálogo, en el que ambas partes nos enriquezcamos.
Las palabras defender, tener el deber, impedir, me hacen ruido. Me suenan a división, a bandos. Los buenos, los malos. A guerra.
Gracias por poner en palabras todo esto y por darnos un espacio de reflexión.
Hola Ana María. Primero gracias por tu valiosa reflexión. Creo que tienes mucha razón en lo que dicen. Sin embargo, no creo que cuando hablamos de que "no basta con hacer el bien sino que también hay que impedir el mal" hablemos de hacer bandos o señalar a alguien. Sólo creo que es una manera retórica de decir que tenemos que hablar, salir y dejar de escondernos. Estoy de acuerdo en que ir por la calle diciendo que yo lo hago bien y los demás lo hacen mal, suena mucho a "división" y a "guerra". Claramente es así, y por supuesto, esa no es mi intención ni la de Flor. Lo que si creo es que no tenemos que seguir temiéndole al "que dirán" ni al debate, precisamente por que la realidad no es simple, precisamente por su complejidad, es que necesitamos exponer lo que sentimos, sin señalar y con respeto, pero fuerte y alto, para despertar lo dormido y echarle agua a una semilla que todos llevamos dentro y que mucho desconocemos: la semilla del amor y de la comprensión mutua. Cuando digo que me comprometo a decir en voz alta lo que hago, creo y pienso sobre la crianza de mi hija y la crianza en general, no me refiero a querer salir a la calle a evangelizar a nadie y mucho menos a apuntar a otros con un dedo inquisidor. Es cierto que todos, padres, tíos , abuelos, todos los que tenemos a nuestro cargo el cuidado y crianza de un pequeño estamos convencidos y tratamos, desde ese convencimiento de hacerlo lo mejor posible. Sin embargo, creo que la buena intención no es suficiente, y si otra madre nos abre su corazón y no estamos de acuerdo, una opción valida es escuchar y callar, pero otra igual de valida es contar, desde nuestra experiencia - como mencionas- que hay otra opciones, más manera, mejores maneras para todos de hacer las cosas. No creo que eso sea juzgar, eso es dialogar para reconstruir colectivamente nuestro instinto y conocimiento materno, para volver natural y normal lo que la gente ve como malo o extraño, para entendernos y comprendernos, para saber que hay opciones mediadas por el amor, para unirnos en nuestra diferencias y temores sin sentirnos señaladas. Para hacer tribu, que al final es lo que más nos hace falta. Gracias nuevamente por tus palabras. me enorgullece mucho generar a partir de mis pensamientos, reflexiones tan importantes como la tuya, que nos recuerdan que la final todas y todos somos padres tratando de ser y hacer lo mejor para nuestros pequeños. Un abrazo.
EliminarGracias a ti por recibir mis palabras. Tantas veces hemos hablado sobre lo difícil que es nombrar lo innombrable! Y pues si, en eso coincido. Poder poner en palabras todo esto, nos permite ampliar nuestra conciencia, y la de los demás, dejar de vivir temerosas de esta haciendo lo correcto. Buscando aprobación del mundo y de nosotras mismas. Incluso de estas tribus que vamos conformando. Darle voz a nuestro mundo interno, tan sometido y tan obediente.
EliminarYo también estoy en ese camino.
Me hizo ruido todo esto que ya dije. Especialmente porque veo mucho de esto, no en tu entrada, en todas partes. Muchos deberías, muchos señalamientos, mucho "bien" y "mal", mucha división. Y entonces volvemos a lo mismo. Solo si eres tal o cual puedes pertenecer. Solo las que leen esto, hacen esto, piensan esto son dignas de nuestra mirada, aprobación, admiración y orgullo. Solo las que acogen a sus bebés en brazos, las que les dan teta hasta que el bebé lo elige, las que duermen en colecho, las que tienen partos naturales, etc. Aman a sus hijos, las demás los maltratan, abusan.. una larga lista.
Lo veo, lo oigo, lo siento, y con eso si que no estoy de acuerdo.
Y bueno, en esto estamos, descubriendo nuevos caminos, nuevas identidades, nuevas maneras... Sobretodo de vernos más a nosotros mismos.
Al final creo que nadie mejor que tu misma para saber como acompañar a esta mujer de la que hablas =).
Un abrazo grande
Gracias por este tipo de diálogos que tanta falta nos hacen.
EliminarA todas, más de una vez nos ha pasado. En lo personal, cada vez que puedo, defiendo nuestra postura de crianza, pero hay días que de verdad me dá mucha pereza discutir con personas que no están dispuestas a poner atención. Flor definitivamente nos ha hecho reflexionar, definitivamente hacer el bien no basta, hay que gritar nuestro sueño y bien fuerte!!
ResponderEliminarCariños!
Hola Zary,qué identificada me siento con mucho de lo que dices en tu entrada, alguna vez también le he negado la teta a mi niña de 23 meses por miedo a críticas o miradas indidcretas, incluso por parte de las que consideraba mis amigas o de mi propia madre o suegra, y luego me he sentido mal porque mi hija es mas importante que todo eso y ella es tan feliz con su teta, su colecho,... Cada día voy ganando mas, y voy despojándome de todo eso, y me siento mejor. También he tenido que escuchar formas de crianza que no acepto para nada y a veces he callado, pero otras NO,creo que no debemos callar cuando nos hablan de niños que lloran toda la noche desconsolados porque nadie va cogerlos en brazos, de niños que son llevados a la guardería a los 3 meses de edad cuando sus progenitores en realidad podrían buscar otras alternativas..., por supuesto que no se trata de imponer nada a nadie, pero sí que debemos expresar nuestra opinión, para que se vea que hay otras formas de crianza, mas respetuosa, Un abrazo y gracias por tus reflexiones!
ResponderEliminarUn abrazo también para ti.. creo que a todas nos pasa.. estamos tan metidas en el "surco" que esta sociedad a creado para nosotros y que todos transitamos sin chistar que nos duele y se nos hace realmente difícil cuestionar y salirnos de ese camino públicamente para transitar el propio... gracias por compartir tu experiencia que nos ayuda a todas.
EliminarHola Zary,
ResponderEliminarHemos comentado la entrada en nuestro repaso semanal de blogs de papás y mamás en Bebés y más.
Un saludo
que honor!!! Mil gracias!! Me emociona mucho que mis palabras tengan tanto eco!!
EliminarSi Zary! Yo también me apunto, no esconderé mis pensamientos ni una vez mas!
ResponderEliminarBienvenida tanta determinación. Un abrazo!!
EliminarLlego por casualidad, o casi: te encontré en la reseña de Bebés y más. No he leído el origen de esta respuesta (y ya me pongo en la tarea), pero quería decirte que me siento muy identificada con tus palabras y con tu conclusión. Yo misma me he visto en las mismas circunstancias (es decir, en eso de sentir que soy una dentro y otra fuera de casa, básicamente porque en mi blog planteo las cosas que pienso y quiero de un modo más claro y directo de lo que lo hago en la realidad. Y la razón es la misma: me da pereza casarme en peleas que otras veces he visto más que perdidas y también me da hartera sentir que el bicho raro soy yo -en el criterio de la mayoría). En fin, que quería felicitarte y agradecerte tus palabras. Intentaré ser más combativa, con todo y que siento -ilusionada- que tener nuestro espacio en la blogoesfera es una manera de difundir, defender, promover ese mundo íntimo que nos hace tan felices en casa.
ResponderEliminarSaludos, compatriota.
A.
Hola A. te comprendo. Es difícil ser diferente, pensar distinto, actuar y actuar en consecuencia.. es difícil pero vale la pena, saber que actuamos de corazón y con nuestro espíritu alineado con el corazón vale toda la pena. Me pasé por tu blog y me encantó. Te sigo desde ahora. Un abrazo.
EliminarZary, recien hoy leo tu post y la verdad que leerte es siempre una respuesta a mis pensamientos.
ResponderEliminarEs asi, hacer Solo el bien no alcanza. Y esa era mi duda. Si quedarme callada para que no me molestaran mas, o realmente defender lo que pienso, con la intencion de que algun dia hagan un click y puedan ver las cosas de otra forma.
Vale la pena así a veces nos cueste trabajo y hasta no de un poco de pena. Besos!!
Eliminardespues de una juiciosa reflexion, creo que estamos de acuerdo, quedarse tan callado también es malo, talvez no me desbordare para defender mis ideas, pero creo que seguir dando seno en publico, continuar durmiendo con mi hija y sobre todo dar puntadas cuando alguien me diga aquello en lo que no creo, esta bien y no hace daño
ResponderEliminarZary, cuánto se agradece poner en palabras lo que muchas de nosotras sentimos y pensamos, y muchas veces no atrevemos a decir. Yo también me he quedado muchas veces callada para evitar confrontaciones sin pensar que, por el contrario, puede ser una puerta al dialogo y al compartir que tanto necesitamos entre madres, con respeto y sin juzgar.
ResponderEliminar