Siento no ser lo que necesitas, siento no llenar tus expectativas.
Lamento no estar para ti todo el tiempo. Lamento estar aquí pero no realmente presente. Lamento olvidar como simplemente "estar".
Lamento no coincidir con tu padre.
Lamento ser un bando.
Lamento querer tanta o más atención que la que tu esperas.
Lamento competir contigo, con tu padre y con el mundo entero.
Lamento no estar a veces feliz y no ser siempre positiva.
Lamento estar llena de rabia y haberte regañado como en automático, diciendo y haciendo cosas que no me gusta, que detesto de mi misma.
Lamento no tener fuerzas para luchar, y querer que seas una que no eres, ser quien no soy.
Lamento haber deseado que el tiempo se detuviera, o que se devolviera, para saltarme este pedacito de vida que a veces no me cuadra y que me sabe amargo. Lamento no poder tragarme el mal sabor para no transmitirte mi desencanto.
Lamento mi falta de decisión y de claridad, que te afectan y te generan incertidumbre.
Lamento no ser honesta y firme, y saberme defender y explicar, como la adulta que soy.
Lamento ser un fiasco más veces de lo necesario y sentirme aplastada por mis propias palabras, por mis altas expectativas, por las expectativas gigantes de los otros, por un mundo que espera no sé que tantas cosas de mí.
Lamento ser de nuevo una niña asustada, invadida de soledad.
Quisiera que todo fuera más sencillo.
Quisera haber tomado mejores decisiones.
Quisiera que ser tu mamá, que ser la madre que quiero, la mujer que espero, fuera lo mismo que ser la madre que necesitas.
Pero no es lo mismo y no es sencillo.
Y en el intento de que coincidan, me caigo en un profundo y oscuro hoyo que parece no tener salida.
Y dejo de ser.
Y soy otra, gris, tenue, débil, vengativa, herida, fracasada, vencida.
Y el sentido de todo cambia a uno egoísta, uno solo mío, profundamente egoísta.
Y me pregunto si vale la pena tanta lucha. Si hacer de mi vida, de nuestra vida una batalla campal es la manera. Si mi sueño es una utopía. Si mi esfuerzo me mina. Si estoy en guerra y tu eres el botín de la misma.
¿En qué momento comenzó esta guerra?
Lo lamento Sara, lo lamento mucho. Y espero que algún día leas este blog, repases estas líneas y me entiendas un poco y, quizá comprendas que mi deseo es hacer las cosas lo mejor que puedo, confiando en lo que creo pero que a veces, o más bien muchas veces, no lo logro, no es fácil, no me sale. Y no se que hacer con esto, no se que hacer contigo, no se que hacer conmigo misma.
Te había escrito y no lo guardo :(
ResponderEliminarTe decía que es difícil poder conciliar los 3 roles de mujer, mama y esposa, sobretodo cuando la maternidad ha pegado tan fuerte en una, moviendo los cimientos que existían antes de ser madre.
De todas formas, eres una excelente mamá, todo lo que Sara necesita para ser feliz, con tus dudas, con tus cuestionamientos, con estos días negros que a ratos ahogan. Eso no puedes ponerlo el duda.
Te mando un abrazo enorme lleno de luz, energía y amor. Espero que esta guerra y lo que lleva consigo, pueda menguar muy pronto.
Cariños!
Gracias!!! Bálsamo para mis oídos son tus palabras!!
EliminarTe leo y es como si mi alma se reflejara en esas palabras.
ResponderEliminarSiento que hay días muy difíciles y que mi hijo se merece una mejor madre, y lamentablemente no siempre puedo ofrecerle lo mejor de mi.
Verbalizarlo es parte del camino. Espero que mis palabras sean tan útiles para ti como lo son para mi. Abrazo!!
EliminarEres la mejor madre que Sara puede tener, simplemente el hecho de que tengas dudas y caídas significa que tú misma te pones a prueba...
ResponderEliminary sí muchas veces nos contradecimos, no sabemos como llegamos a tal punto y no podemos de momento salir de ahí...
respira y relájate, haz lo que te toca de la mejor forma y todo se vendrá por añadidura...
¡Cómo me gusta leerte amiga!
Gracias Oli!! Como me gusta que leas, y me ayudes, y me calmes y me des perspectiva!! Besos!!
EliminarEn una reciente entrevista Ina May Gaskin dijo: "También es bueno practicar el perdón a una misma. Hay que ser compasiva con una como madre. Nunca se habla del padre perfecto, pero sí de la madre perfecta."
ResponderEliminarMuchos ánimos, cuéntale a tu hija cómo te sientes (estás triste, etc) los niños son tremendamente empáticos y comprenden más de lo que creemos.
Verónica
Vero no tuve que contarle. Ayer me miro y me dijo: ¿estás triste mamá? ¿cómo te sientes? y le conté, y me abrazo y luego me dijo: ¿te sientes mucho mejor? Y si, efectivamente me sentí mucho mejor.
Eliminar"Autocompasión" sabio mantra que voy a comenzar a repetir. Gracias por tu tiempo y palabras!! Un beso!!
vamos a hacer las pases con nosotras mismas :)
ResponderEliminarAuto-compasión y auto-reconciliación!! Un beso Bar!!
EliminarMe encanta leerte mamá de Sara. Gracias por conventir en palabras muchos de los pensamientos y sentimientos que como madre, esposa y mujer tengo, porque es así como logro entenderlos un poco más.
ResponderEliminarGracias por compartirnos este lamento. No te doy ánimos; no hace falta después del hermoso abrazo de tu hija.
Gracias, gracias, gracias!!! saber que mi lamento es compartido y que toca tu mente y te aclara es el mejor aliciente para seguir escribiendo con mi corazón en este espacio. Besos!!
EliminarGracias por compartir con todos tus experiencias de mamá de Sara, te leo con frecuencia y me ayuda mucho tu fortaleza, felicidades por la hermosa familia que tienes!!!, esos sentimientos de los que hablas son muy normales, pues algo tan grande y hermoso como es el ser madre y esposa puede arrancarnos esas lamentaciones, presisamente porque es la conciencia de una mision que nos sobrepasa. Bueno Zary aprovecho este espacio para preguntarte a ti y a quienes puedan responder segun sus propias experiencias o ajenas, qué opinan sobre cómo ayudar a los niños hipocondriacos, creen que siempre dependen de sus padres? Es que conozco un caso muy cercano y me gustaría poder ayudar pero no sé cómo. Zary pa`lante, el que te dio esta misión te dará la fuerza, besitos a Sara.
ResponderEliminarQue bien lo describes" una misión que nos sobrepasa" o que creemos que lo hace pero que al final afrontamos con valentía y mucho amor. Con relación a tu consulta, desde mi humilde opinión creo que habría que determinar realmente si son hipocondríaco o enfermizos, por que el 1ero no esta realmente enfermo y el segundo si. Para mi la mejor manera de ayudar sería buscar ayuda profesional para ellos. Alguien que pueda ver a profundidad lo que realmente le sucede al pequeño y por que la enfermedad, real o pretendida, es su manera de manifestarse. Espero haberte ayudado. Besos y gracias por estar por acá!!
EliminarDemuestras con este post tu profunda consciencia, todos nos equivocamos, pero no darnos cuenta de ello o esconderlo bajo otra capa de dolor y miedo nunca construye. Cuando Sara lea esto sentirá profundo orgullo por quien eres, una madre maravillosa y una mujer aún mejor.
ResponderEliminarSuscribo cada una de tus palabras, siento todo aquello que describes. Suerte que los días grises abren paso a los soleados.
Un beso enorme.
La mamá corchea
Suerte que me leas y que me entiendas y que compartas lo que escribo y siento. Un abrazo gigante!! Y si, los días soleados siempre regresan.
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