Hace unos meses les conté que me sentía un poco inquieta en cuanto a cómo iba a ocupar las tardes de Sara en la casa (leer post
aquí), debido a que las lluvias nos tenían completamente alejadas del parque. Lo cierto es que, aunque tenía las más sinceras intenciones de hacer un plan de actividades ordenado y organizado, las cosas han resultado bastante más espontáneas y desestructuradas (como varias de ustedes me lo vaticinaron en los comentarios del post). Y, lejos de ser una desventaja, esta situación nos ha permitido ampliar el abanico de posibilidades de cosas que podemos hacer, no sólo en la casa sino también fuera de ella.
En la casa..

Sara ha marcado la pauta, y hace lo que le apetece. Yo, siguiendo sus sabios consejos, le organice el cuarto diferente, recogí algunos juguetes (tenía demasiados) y los que quedaron, los organicé sobre una pequeña mesa, colocandolos todos a su alcance. También me olvide de la estructura rígida que tenía en mente. Me enfoque más en ser flexible y en que ella se divirtiera a como de lugar, sin importar la actividad que escogiera. También le di espacio para que decidiera si quería jugar sola o para que me invitara a su juego, si era lo que deseaba. El resultado no podría ser mejor. Una tarde cualquiera, Sara juega un rato con sus muñecos, corre otro rato por la casa, escucha música y bailamos, bailamos mucho. Algunas veces me pide que le lea, y muchas otras, que le ayude a poner sus muñecas en el coche para pasearlas por toda la casa. Ve un rato televisión y, al rato siguiente, está en la cocina haciendo de las suyas, sacando de los cajones todo lo que está a su alcance. A veces pasamos largos ratos mirando por la ventana, detallando los aviones, las palomas y los perros que pasan. Otra veces juega un rato y duerme una larga siesta. En fin, no hay orden predeterminado para las actividades que puede hacer, pero igual la pasa feliz.
Por otro lado, me he dado cuenta que aunque disfruta mucho del parque lo pasa realmente bien en la casa. Es su espacio, lo domina y lo disfruta ampliamente. No para ni un segundo. Es más, hay días que ni siquiera hace siesta. Nunca se aburre. Y si llora, solo lo hace porque tiene sueño o porque no le damos algo que quiere. Podría decir que si la llevamos al parque la pasa fenomenal, pero si la dejamos en la casa, lo pasa muy bien también. La clave de disfrute el rato, va más allá del lugar y el tema de "pobrecita todo el día encerrada" es más una idea mía y de mi esposo, que una realidad. Ella la pasa rico en cualquiera de las dos partes.
Fuera de casa...
Decidimos abrir el abanico de opciones de las actividades fuera de casa, más allá del parque. Por lo que esta semana comenzamos unas clases de estimulación en tierra* y otras de estimulación en agua*. Les cuento un poquito de qué se trata.

La estimulación en tierra consiste en un recorrido por 3 salones con diferentes actividades e intenciones. La 1era media hora hacemos actividades dirigidas que estimulan la motricidad fina, la concentración y la memoria, jugando con texturas, rompecabezas, piezas de colores, etc. La 2da media hora es en el salón de música donde a través de canciones se trabaja la expresión corporal, la coordinación, el habla y la creatividad favoreciendo el desarrollo sensorial y mejorando la comunicación y coordinación. Los últimos 30 minutos están dedicados a desarrollar la motricidad gruesa, la locomoción y el desarrollo postular. Por su parte, la clase de estimulación en agua o matronatación pretende trabajar coordinación fina y gruesa, patrones básicos de movimiento, grados de flotación y nivel de adaptación al agua del bebe.
Por ahora solo llevamos dos clases pero estamos encantadas. Sara la pasa dichosa conmigo, con los instructores y con los demás niños. Disfruta de los juegos, le encantan las canciones, las coreografías y las actividades físicas en el gimnasio. La matronatación le gusta aún más. Apenas ve la piscina comienza a gritar como loca "agua, agua, agua". Tiene mucha química con el instructor. Ama sumergirse, tirarse por los toboganes y flotar sobre las colchonetas.
Conclusión, estamos pasando unos días llenos de actividades e inmensamente felices.