Mostrando entradas con la etiqueta actividades en casa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta actividades en casa. Mostrar todas las entradas

09 mayo 2014

La tormenta


La lluvia nos acompaña a diario estas dos últimas semanas. La lluvia y también la tormenta. Y hace dos días, después de llegar a casa, se desató una muy fuerte, llena de relámpagos y muchos truenos que te asustaron. Nunca habías visto nada igual. Y fue extraño verte decir que sentías miedo. Fue extraño verte miedosa cuando normalmente eres una niña temeraria, que no mide, que se abalanza. 

Entonces decidimos sacarte de donde estabas, subir la cortina y asomarnos contigo a la ventana. Decidimos ayudarte a descubrir la tormenta, a conocerla, a hacerla tu amiga, para despertar a la belleza de esa furia desaforada, a la armonía en los truenos, al brillo de la luz que salía de repente del cielo, luz mágica que te hacía brillar e iluminaba toda la casa. 

Y aprendiste que existe el miedo, y no tuviste reparo en decirlo. Pero también descubriste que sentirlo está bien y es natural. Y que más allá del miedo hay montones de cosas por vivir y disfrutar. Más allá del miedo esta la sonrisa, el asombro, el disfrute simple, el conocimiento, la magia. El miedo es la frontera interna que nos separa de todo eso. Una frontera personal a la que solo nosotros le damos poder. Una frontera que no es más que una invitación a crecer, a vencer, a movernos, a tomar decisiones.  Descubriste que tiene un sabor agridulce, y que dependiendo de lo que hagas, éste se torna dulcísimo y nos permite disfrutar al máximo la vida. 

Descubriste el miedo y lo venciste. Y luego la atormenta se convirtió en una fiesta, llena de risas, esperando cada destello y cada trueno, contando las gotas de lluvia, imaginado un lago inmenso en medio de la calle, los tres juntos, mirando a través de la ventana.  

Descubriste lo que realmente es el miedo... y de paso, en el momento más indicado, me ayudaste a recordarlo.

¿Te gusta "La mamá de Sara"? Inscríbete acá para recibir notificaciones de mis entradas directamente a tu mail


Delivered by FeedBurner

20 febrero 2012

De las actividades en casa y fuera de ella

Hace unos meses les conté que me sentía un poco inquieta en cuanto a cómo iba a ocupar las tardes de Sara en la casa (leer post aquí), debido a que las lluvias nos tenían completamente alejadas del parque. Lo cierto es que, aunque tenía las más sinceras intenciones de hacer un plan de actividades ordenado y organizado, las cosas han resultado bastante más espontáneas y desestructuradas (como varias de ustedes me lo vaticinaron en los comentarios del post). Y, lejos de ser una desventaja, esta situación nos ha permitido ampliar el abanico de posibilidades de cosas que podemos hacer, no sólo en la casa sino también fuera de ella. 

En la casa..
Sara ha marcado la pauta, y hace lo que le apetece. Yo, siguiendo sus sabios consejos, le organice el cuarto diferente, recogí algunos juguetes (tenía demasiados) y los que quedaron, los organicé sobre una pequeña mesa, colocandolos todos a su alcance. También me olvide de la estructura rígida que tenía en mente. Me enfoque más en ser flexible y en que ella se divirtiera a como de lugar, sin importar la actividad que escogiera. También le di espacio para que decidiera si quería jugar sola o para que me invitara a su juego, si era lo que deseaba. El resultado no podría ser mejor. Una tarde cualquiera, Sara juega un rato con sus muñecos, corre otro rato por la casa, escucha música y bailamos, bailamos mucho. Algunas veces me pide que le lea, y muchas otras, que le ayude a poner sus muñecas en el coche para pasearlas por toda la casa. Ve un rato televisión y, al rato siguiente, está en la cocina haciendo de las suyas, sacando de los cajones todo lo que está a su alcance. A veces pasamos largos ratos mirando por la ventana, detallando los aviones, las palomas y los perros que pasan. Otra veces juega un rato y duerme una larga siesta. En fin, no hay orden predeterminado para las actividades que puede hacer, pero igual la pasa feliz. 

Por otro lado, me he dado cuenta que aunque disfruta mucho del parque lo pasa realmente bien en la casa. Es su espacio, lo domina y lo disfruta ampliamente. No para ni un segundo. Es más, hay días que ni siquiera hace siesta. Nunca se aburre. Y si llora, solo lo hace porque tiene sueño o porque no le damos algo que quiere. Podría decir que si la llevamos al parque la pasa fenomenal, pero si la dejamos en la casa, lo pasa muy bien también. La clave de disfrute el rato, va más allá del lugar y el tema de "pobrecita todo el día encerrada" es más una idea mía y de mi esposo, que una realidad. Ella la pasa rico en cualquiera de las dos partes.

Fuera de casa...
Decidimos abrir el abanico de opciones de las actividades fuera de casa, más allá del parque. Por lo que esta semana comenzamos unas clases de estimulación en tierra* y otras de estimulación en agua*. Les cuento un poquito de qué se trata. 

La estimulación en tierra consiste en un recorrido por 3 salones con diferentes actividades e intenciones. La 1era media hora hacemos actividades dirigidas que estimulan la motricidad fina, la concentración y la memoria, jugando con texturas, rompecabezas, piezas de colores, etc. La 2da media hora es en el salón de música donde a través de canciones se trabaja la expresión corporal, la coordinación, el habla y la creatividad favoreciendo el desarrollo sensorial y mejorando la comunicación y coordinación. Los últimos 30 minutos están dedicados a desarrollar la motricidad gruesa, la locomoción y el desarrollo postular. Por su parte, la clase de estimulación en agua o matronatación pretende trabajar coordinación fina y gruesa, patrones básicos de movimiento,  grados de flotación y nivel de adaptación al agua del bebe

Por ahora solo llevamos dos clases pero estamos encantadas. Sara la pasa dichosa conmigo, con los instructores y con los demás niños. Disfruta de los juegos, le encantan las canciones, las coreografías y las actividades físicas en el gimnasio. La matronatación le gusta aún más. Apenas ve la piscina comienza a gritar como loca "agua, agua, agua". Tiene mucha química con el instructor. Ama sumergirse, tirarse por los toboganes y flotar sobre las colchonetas. 

Conclusión, estamos pasando unos días llenos de actividades e inmensamente felices. 

*Mundo Flippers Babies. Bogotá- Colombia.

¿Te gusta "La mamá de Sara"?
Inscribe acá tu mail para recibir notificaciones de mis entradas y mi boletín de noticias.
Delivered by FeedBurner


16 febrero 2012

Operación Ducha III

Estaba en mora de contarles como ha avanzado la operación ducha con Sara. La última vez que escribí del tema fue en septiembre del año pasado (puedes leer el post acá), cuando logre unas cuantas victorias en mi meta de pasarla de la bañera a la ducha, después de varios intentos fallidos. Ahora las cosas son bastante distintas. Esa niña temerosa e insegura, que se pegaba como garrapata a mí, apenas sentía el ruido del agua, ha desaparecido por completo. Ahora Sara entra al baño con mucha confianza, dispuesta y muy feliz. Dice "agua, agua", cada 5 segundos, y disfruta con los paticos de hule, los tambores acuáticos y hasta con los frascos de champú. La cosa ha cambiado tanto que hasta me atrevería a decir que el baño se ha convertido en uno de los mejores momentos del día.

La mayoría de las veces la baño con la ducha de mano, la enjabono y le lavo el pelo. Mientras, ella se ríe, me habla y juega con alguno de sus juguetes. Realmente todo el operativo no dura más de 5 minutos pero Sara lo adora. Otra veces, nos bañamos juntas y ahí si disfruta mucho más. Nos encerramos en el baño y abrimos la ducha con agua caliente. En menos de nada todo se llena de vapor y el ambiente se torna cálido y acogedor. Cierro el desagüe para que el agua comience a llenar la tina. A ella le emboba mirar las gotas que salen de la ducha y que caen, como si fuera una suave lluvia. Me encanta ver como las observa con fascinación y muere de risa intentando agarrarlas. Después, a lo que vinimos: jabón, champú, bálsamo (de mamá). Luego, mientras yo me baño ella simplemente disfruta. Se sienta en la tina, chapalea, se sonríe. Sumerge sus manitas en el agua, ahoga y rescata, una y otra vez, a los patitos juguete y las maracas. Se acuesta, se estira, hace como que nada. Se sorprende con la espuma, con el panel de vidrio empañado, con el ruido del agua, con su ombligo, con el mío. Toca los tambores, tumba el jabón, intenta peinarse. Disfruta y me sonríe, y yo quedo absolutamente enamorada.

Hace unos meses nunca hubiera imaginado que Sara llegaría disfrutar tanto de este momento. La operación ducha se ha convertido en la más emocionante y divertida aventura. Ella, poco a poco, se ha apropiado del espacio, ha aprendido a disfrutarlo, se ha familiarizado con la rutina y con los ruidos. Ahora le encanta el chorro de agua calientita que antes la aterraba. La cargo y cierra sus ojos, mientras disfruta sentir el agua que le cae, primero en la cabeza, luego, en la espalda. A veces, ni siquiera espera que llegue la hora de bañarla, sino que se levanta y comienza a gritar en su media lengua y a señalarme con su dedito el baño. Cuando entra, emocionada me mira y se levanta la camisa, como diciendo: "quítamela, que ya me quiero bañar". La miro y solo puedo pensar que ha cambiado y crecido mucho, y que soy una madre realmente afortunada por estar junto a ella, de mente y cuerpo presente, durante todo este tiempo.

¿Te gusta "La mamá de Sara"?
Inscribe acá tu mail para recibir notificaciones de mis entradas y mi boletín de noticias.
Delivered by FeedBurner

24 octubre 2011

Actividades en casa

Caótica y aguada. Así esta Bogotá por estos días (aunque, en honor a la verdad, hay que decir que lo de "caótica" no es nada nuevo). La lluvia no para y la ciudad colapsa. Y eso, para mi, como mamá de una pequeña terremoto de 15 meses significa estar todo el día encerrada en casa, después de estar acostumbradas a pasar, por lo menos, 1 hora diaria en el parque, corriendo, jugando, disfrutando del sol, del pasto, de los otros niños, del columpio, en fin, de lo relajante y necesario que es tomarse un respiro fuera de casa y disfrutar del aire libre. Por ahora (y por mucho tiempo más según el IDEAM)  estos planes serán completamente imposibles, así que habrá que buscar la manera de suplir en casa esta bocanada de aire fresco con otras actividades que nos permitan hacer de los días de Sara, algo más enriquecedor y entretenido. Tal vez es la oportunidad de organizar las rutinas de juego de Sara un poco más, aunque reconozco no ser muy amante de las rutinas estrictas. O más bien, si me gustan las rutinas, lo que pasa es que desde que soy mamá se me dificulta muchísimo seguirlas. En fin... la verdad me parece bastante triste presidir del parque, pero nada se puede hacer, así que me daré a la tarea comenzar a estructurar de manera más ordenada y metódica una rutina de actividades que nos permitan jugar y aprender sin salir de casa.

Revisando un poco en internet me he dado cuenta que en realidad hay mucho que hacer. Es importante tener en cuenta que los niños de la edad de Sara prestan atención por muy poco tiempo y se aburren mucho más pronto que los niños mayores. Además, la mayoría de las veces prefieren hacer actividades solos, ya que la capacidad de jugar con otros niños no la desarrollan completamente sino hasta los dos años. Teniendo en cuenta estos detalles, se me ocurren muchas cosas pero no se bien por donde comenzar. Tal vez una buena idea sea armar rutinas de 20 minutos máximo (¿será mucho?) de una actividad, con descansos de 5 o 10 minutos, para comenzar la siguiente. Jugar con los cubos de formas es una buena opción. También podemos incluir los bits de inteligencia que les mencioné anteriormente. Y sacarle más partido a la mesa de juegos que le regalaron en su cumpleaños. Rompecabezas (no se si estos sea buena idea), caticuentos, música y baile. La lectura de algún cuento tendrá su espacio también. 

Una tarde cualquiera podría ser algo así: música (20 min), tips de inteligencia (5 minutos), Lectura (10 minutos), dibujo con crayones ( 20 minutos), vídeos con caticuentos (20 minutos). Otro, tal vez: Mesa de juegos (10 minutos), baile (20 minutos), rompecabezas (10 minutos), pelota (20 minutos), tv (20 minutos).

¿Qué les parece?, ¿será realista pensar en algo tan estructurado con una niña tan pequeña?, ¿qué hacen para distraer y jugar con sus hijos en casa?, ¿cómo son sus rutinas? Me encararía contar con sus opiniones y consejos al respecto.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Lilypie Breastfeeding tickers

Yo